Fichado hace apenas dos semanas, el nuevo técnico del equipo EBA de Uros de Rivas ha concedido una entrevista a Rivas Actual en la que analiza las posibilidades de mejorar los resultados obtenidos en las dos últimas temporadas. Sala cree que con la actual plantilla el equipo debe estar de nuevo en la pomada del ascenso a LEB Plata, pero también que «a medio plazo» puede ser necesario «regenerarla» para aspirar a la ansiada subida de categoría.

Jesús Sala se ha convertido, a finales del pasado mes de mayo, en el nuevo entrenador del equipo EBA de Uros Rivas. A sus 45 años y después de estar seis sin entrenar «por una decisión personal», el que fuera técnico principal del Montakit Fuenlabrada de ACB en 2015 ha escuchado lo argumentos del director deportivo de Uros, Alberto Rubio, y ha dado el sí al club ripense. Sala y Rubio se conocieron siendo muy jovencitos y militando en clubes rivales de baloncesto en el barrio madrileño de ambos, Carabanchel. En la entrevista que concedió el pasado 6 de junio a Rivas Actual (apenas una semana después de anunciarse su fichaje), el nuevo entrenador ripense reconoce que ese conocimiento entre ambos y «lo bien que planteó Alberto las cosas» influyeron no poco en su decisión, que tomó «sólo dos días después de proponérmelo».

Jesús Sala explica en la entrevista que se considera «buena persona, o intento serlo», aunque también «muy exigente y transparente». Para recalcar esto último, apostilla que «todo el mundo sabrá cuándo estoy enfadado y cuándo estoy contento». La relación que el mismo día de la entrevista comenzó a tener con la plantilla la plantea en términos de «generar una chispa que haga que los jugadores tengan ganas de que llegue septiembre para empezar a trabajar».

Una plantilla veterana

Sala ve que «aproximadamente la mitad de la plantilla es veterana», lo cual no le supone un problema pero cree que «a medio plazo» habrá que pensar en «regenerarla» haciendo entrar gente joven en la misma. Por el momento, conoce a varios de los jugadores de la misma y espera que las semanas que restan antes de las vacaciones sirvan para conocerles mejor y para que «ellos me conozcan a mí, como entrenador y como persona».

Jesús Sala explica un entrenamiento a los jugadores (Foto Kike Ayala/RIVAS ACTUAL)

Cree que la temporada que comenzará el próximo otoño debe servir para confirmar «el buen papel deportivo» que el equipo ha hecho las dos últimas veces, con su inclusión en ambos casos en la fase de ascenso a LEB Plata. Su objetivo como entrenador es «volver a estar en esa misma fase una vez más», y, a partir de ahí, ver si se puede obtener el sueño del ascenso.

Un «culo inquieto»

El nuevo técnico no tiene reparos en calificarse a sí mismo como «culo inquieto». No le faltan argumentos, porque reconoce que después de catorce años entrenando a equipos de las dos categorías LEB y al Fuenlabrada en ACB, «un día, sin tener muy claro por qué, decidí que estaba harto de pasar todo el tiempo lejos de Madrid», donde residía y reside su mujer. Y entonces decidió dejar el baloncesto y dedicarse a otros intereses.

Entre ellos menciona la productora teatral y agencia de representación de actores que tiene a medias con su pareja, y la colaboración con una ONG. «Mi madre decía que la vida son dos días, y uno ya ha pasado, así que siempre hay que plantearse retos que ilusionen». La ilusión que le proporciona su faceta artística no la ha perdido en ningún momento, pero ahora además «el baloncesto vuelve a estar en mi vida», algo que también le apetece sobremanera. Y ha decidido que Rivas es un buen sitio en el que volver a las andadas.