Javier Fort comenzó a entrenar a equipos de baloncesto, tanto masculinos como femeninos, en el ya extinto CD Covibar. Aquél llegó a convertirse en el club de referencia de Rivas en lo que a baloncesto se refiere. Tanto fue así que llegó a plantearse -y finalmente así lo hizo- ascender y jugar en la segunda división nacional del baloncesto femenino nacional, la que más tarde fue conocida como Liga Femenina 2. Y Javi Fort fue su entrenador desde esos primeros pasos en la élite.
Posteriormente el equipo (que no el club) pasaría a denominarse Rivas Ecópolis y ascendió a la primera división, la Liga Femenina. Fort fue, de nuevo, quien dirigió a nivel técnico el rumbo en esos momentos. El primer gran hito en ese camino llegó en 2011, cuando el Rivas Ecópolis, dirigido por este joven entrenador y cuajado de estrellas como Amaya Valdemoro, Clara Bermejo, Elisa Aguilar, Anna Cruz o Laura Nicholls, conquistó su primer trofeo nacional, la Copa de la Reina. Fue una hazaña que desveló la existencia de un tercero en discordia en un campeonato que hasta entonces conocía solamente a dos ‘reinas’: Perfumerías Avenida y Ros Casares. Precisamente los dos equipos a los que derrotó en aquella Copa. Al primero en semifinales y al último, en su propia cancha, en la final.
Tras aquel golpe de autoridad, Javi Fort tuvo varias ofertas de equipos allende las fronteras españolas. Descartó algunas de ellas por compromiso con el proyecto de Rivas Ecópolis, pero finalmente no pudo negarse a la que le hizo un club polaco, el Lotus Gdynia. A entrenarlo se fue Javi Fort durante una temporada. Volvió después a España y volvió a la que era su casa, Rivas. Para entonces el CD Covibar ya había desaparecido y en Rivas Ecópolis el primer equipo estaba en pleno auge y otros habían ocupado su banquillo.
Javi Fort se encargó, no obstante, de dirigir equipos de base del que acabaría siendo un club de referencia en esa categoría en España. Posteriormente, con la desaparición también de Rivas Ecópolis mediante su absorción por el club Parque Sureste, Fort continuó dirigiendo equipos y cosechando éxitos en varias categorías.
Ahora se plantea dejar de entrenar en Rivas, todo un acontecimiento (luctuoso, casi podría decirse) en el mundillo baloncestístico local. Las claves las da en esta entrevista.
RIVAS ACTUAL: Has anunciado hace pocos días que has tomado la decisión de dejar de entrenar en Rivas. Se notaba algo de nostalgia en el hilo de Twitter donde lo contaste. ¿Tan ligado te sientes al baloncesto femenino local?
JAVIER FORT: Mucho, muy ligado al baloncesto ripense, tanto masculino como femenino, de hecho empece en Covibar entrenando un cadete masculino hace más de 20 años. Vine como entrenador a Rivas y me voy siendo un ripense. Tengo momentos muy buenos guardados de todas las etapas que he vivido en el baloncesto de Rivas, desde Covibar dónde empece, hasta los últimos años en Parque Sureste. Ahora, haciendo recuento de todos estos años, son 15 Final Fours de Madrid jugadas con 7 títulos de campeón conseguidos, y dos terceros puestos en campeonatos de España, un ascenso a Liga Femenina 1, un ascenso a 1ª Nacional… muchos muchos recuerdos con grandes equipos todos ellos.
RA: Puede decirse que como entrenador formas parte de la historia de esta ciudad. Tú dirigías el primer equipo de Rivas Ecópolis cuando, en 2011, conquistasteis la Copa de la Reina, que fue el primer título nacional del club. ¿Qué recuerdos tienes de aquella hazaña
J.F.: Como bien dices fue una hazaña. Teníamos muy buen equipo en Rivas, pero jugábamos semifinales contra Perfumerias Avenida, un equipazo, que esa temporada fue Campeón de Europa. Y la final contra Rosa Casares, en su campo. El partido de semifinales contra Perfumerias empezó mal, llegamos a ir 20 puntos abajo en el marcador, pero fuimos remontando poco a poco y nos llevamos el partido en la prórroga. Fueron momentos muy felices por dar el primer título al club que había apostado por mí y a mi ciudad de Rivas.
RA: ¿Alguna anécdota que recuerdes de aquella Copa?
J.F.: Pues recuerdo que la que fue la MVP del torneo, Dewanna Bonner, no pudo entrenar con el equipo hasta el mismo día del partido. Tuvo problemas para regresar de sus vacaciones de Navidad en EEUU y no supimos hasta última hora si podríamos contar con ella. La llegada estaba prevista para el 30 de diciembre, luego para el 2 enero y al final llegó a Madrid el 4 de enero por la noche… Lo que son las cosas, de no poder jugar a ser MVP. Otros años habíamos llegado mejor preparados y no salieron las cosas, y ese año que íbamos con pinzas y varias jugadoras tocadas, levantamos el título.
RA: Aquel equipo brilló mucho durante un breve lapso de tiempo: desde aquella Copa de la Reina de 2011 a la primera liga femenina ganada por el club sólo hay cuatro años de distancia, y un subcampeonato de Europa, otra Copa de la Reina y dos subcampeonatos del mismo título entre medias. ¿Cómo fue posible, en tu opinión, que un club que se rehace desde otro club (el CD Covibar) y toma la salida en la segunda división, consiga llegar a aquel nivel en sólo unos pocos años?
J.F.: Con mucho trabajo de todo el mundo, desde los directivos del club hasta los entrenadores de cantera. Todos remaban en la misma dirección con el objetivo de ser un club referente no sólo en el baloncesto senior, sino también en el baloncesto de formación. Creo que lo conseguimos. Tuvimos la suerte de contar con grandísimos profesionales trabajando en el club y eso hizo que todos mejorásemos mucho. La clave para la mejora de las jugadoras es los entrenadores que trabajan con ellas día a día, y en Rivas coincidimos un grupo muy bueno de entrenadores durante muchos años.
RA: Tu historial como entrenador ya registra una «aventura» fuera, no sólo de Rivas, sino de España. El Lotos Gdynia polaco fue tu casa durante un tiempo. ¿Cómo ves aquel periodo desde la distancia?
J.F.: Con añoranza. Fue sólo un año que estuve fuera, pero que me hizo crecer tanto a nivel baloncestístico como a nivel personal. El club pasó por dificultades económicas, pero eso hizo que el grupo acabara unido, y me hizo valorar muchas cosas y aspectos en la gestión de un grupo humano.
RA: Desde aquella poca has seguido entrenando, tras tu vuelta a Rivas, pero ya no había ningún club de élite en la localidad. ¿Es difícil entrenar a categorías menores después de haber dirigido a la élite?
J.F.: Al revés, las categorias de formación son más puras. El resultado no lo es todo. Hay un trabajo de formación muy importante y los jugadores a esas edades viven el baloncesto de una forma muy intensa. Cada categoría tiene sus encantos. No te diré que entrenar a ese nivel profesional, como tuve la suerte de poder hacerlo, con partidos de Euroliga, Copa de la Reina… supone un reto cada día, pero la esencia de la cantera es especial.
Y llego el día…
Más de 20 años entrenando en Rivas. Desde 1999 que empecé en Covibar hasta hoy que cierro mi etapa como entrenador de Parque Sureste. Entre medias muchos años disfrutando del baloncesto en Rivas Futura, Rivas Ecopolis y Baloncesto Rivas. pic.twitter.com/ibr28la1sC— Javier Fort Puente (@Coach_Fort) April 22, 2020
RA: La última pregunta es obvia: en tu Twitter dices que has decidido dejar Rivas, pero no que vayas a dejar de entrenar. ¿Cuál es tu próximo destino?
J.F.: Aún no sé cuál será mi próximo club. Esta temporada ha sido difícil por la situación que se vivía en Parque Sureste. La salida de José Luis Torres al inicio de temporada no fue buena ni llegó en buen momento, y creo que ha afectado en todos los aspectos al club. Una vez terminada la temporada y escuchado el proyecto que tenia Parque Sureste para la próxima, lo valoré todo y no veía que fuera a haber el cambio necesario en el club. Tengo varias propuestas que me gustan mucho, pero quiero dejar pasar un tiempo para poder verlo todo con mejor perspectiva. Este año la temporada ha terminado antes y se está moviendo todo bastante rápido, pero no tengo prisa en decidir y no descarto estar un año sin entrenar.