Los trabajos de descontaminación de la laguna del aceite, en Arganda del Rey, comienzan hoy, lunes, a pesar de que se desconoce el destino de los residuos tóxicos. Tampoco se ha informado hasta la fecha sobre el presupuesto detallado que justifique el gran volumen de inversión, 14,5 millones de euros. Ni el estudio de impacto ambiental incluía estos datos ni tampoco han sido facilitados a pesar de las reiteradas solicitudes por parte de las organizaciones ecologistas ARBA, Asociación Ecologista del Jarama «El Soto», Ecologistas en Acción, GRAMA y Jarama Vivo. TRAGSA, la empresa destinataria del dinero, se encuentra en dificultades económicas.
En julio de 2013, el presidente Ignacio González y el consejero de Medio Ambiente, Borja Sarasola, anunciaron el inicio de los trabajos de descontaminación de la laguna del aceite e hicieron pública la inversión total, que ascendería a 14,5 millones de euros. La actuación consiste básicamente en el bombeo del material contaminante, su transporte en camiones cisterna a cementeras para su incineración y la posterior restauración, lo que no parece justificar un gasto tan importante.
Inmediatamente las organizaciones ecologistas solicitaron información sobre las características técnicas y el presupuesto del proyecto al Director General de Evaluación Ambiental, Mariano González. Sin embargo, González remitió al futuro estudio de impacto ambiental, donde estas cuestiones se harían públicas.
En diciembre de 2013, se publicó el estudio de impacto ambiental sin incluir ni un solo dato económico y sin mencionar el destino de los residuos tóxicos de la laguna. Las cinco organizaciones plasmaron estas importantes carencias en alegaciones, que fueron desestimadas sin justificar la falta de información presupuestaria.
Por último, el pasado 20 de octubre, tras el último anuncio del Consejero de Medio Ambiente de que los trabajos se iniciarían el mes de noviembre, se requirió por escrito a Borja Sarasola copia del proyecto técnico y del desglose presupuestario por partidas. Una vez más, el silencio ha sido la respuesta.
«Todo indica que la Consejería de Medio Ambiente está ocultando de forma intencionada las cementeras que acogerán los residuos debido a la alta toxicidad de los mismos y su dificultad para ser eliminados sin consecuencias para la calidad del aire de las poblaciones próximas», explican en un comunicado las organizaciones ecologistas ARBA, Asociación Ecologista del Jarama «El Soto», Ecologistas en Acción, GRAMA y Jarama Vivo.
Además, los colectivos ecologistas temen que el presupuesto pueda estar sobredimensionado para favorecer a la empresa TRAGSA, que sería la destinataria del dinero y que atraviesa una situación económica muy difícil. Hay que recordar que no es la primera vez que se «infla» el presupuesto destinado a la restauración de la laguna. Ya en 2011, la empresa GEDESMA presentó un proyecto valorado en 20 millones de euros. Este proyecto fue desestimado tras las numerosas críticas ecologistas.
Por todo ello, las organizaciones ecologistas ARBA, Asociación Ecologista del Jarama «El Soto», Ecologistas en Acción, GRAMA y Jarama Vivo, vuelven a pedir al Consejero Borja Sarasola, «las cuentas claras» y que convoque el Consejo de Medio Ambiente , que no se reúne desde julio de 2010, para explicar lo que él mismo ha calificado como «la mayor restauración ambiental ejecutada en Europa».
La laguna del aceite es un depósito de 50.000 metros cúbicos de hidrocarburos tóxicos, procedentes de los vertidos realizados por la empresa PIQSA -dedicada al reciclaje de aceites industriales- durante dos décadas. El hidrocarburo depositado es una especie de chapapote donde todos los años mueren numerosas aves al confundir la laguna tóxica con una lámina de agua y zambullirse en ella.
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