Grupos ecologistas piden medidas urgentes para evitar el deterioro medioambiental en la Fase 1

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Piden al Gobierno regional medidas que eviten «contagios de la COVID-19 y la degradación del medio». Exigen que las autoridades regionales comuniquen «de forma clara las actividades en el medio natural que están permitidas en la Fase 1 de la desescalada». Ponen especial énfasis en la necesidad de establecer una «suspensión temporal» del baño colectivo.

Las organizaciones Ecologistas en Acción, GRAMA, Asociación Ecologista del Jarama El  Soto, ARBA y Jarama Vivo temen masificación y visitas sin control en el medio natural madrileño en el primer fin de semana de la Fase 1 en la región madrileña.

Ante el primer fin de semana en Fase 1 en la Comunidad de Madrid, las organizaciones ecologistas solicitan que el Gobierno Regional tome medidas de precaución y de información que eviten contagios de la COVID-19 y la degradación del medio. La Fase 1 permite los desplazamientos por el territorio regional, así como el desplazamiento a las segundas residencias.

Igualmente, en los municipios de menos de 10.000 habitantes no habrá restricciones horarias para realizar ejercicio y paseos. Estos hechos, sumados a un alto grado de desinformación de la población madrileña, pueden provocar una llegada masiva de la población madrileña al medio natural. Los colectivos ecologistas temen que esta llegada se realice de manera descontrolada, aumentando el riesgo de contagio y un impacto elevado en los lugares más sensibles.

Un elemento clave es, para los grupos ecologistas, la regulación del baño en las masas de agua dulce. Tanto un informe del CSIC como el propio Ministerio de Sanidad desaconsejan el baño en los ríos y embalses, debido a la posible carga viral del agua dulce no tratada.

Por precaución, los colectivos Ecologistas en Acción, GRAMA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, ARBA y Jarama Vivo insisten en la necesidad de que la Consejería de Medio Ambiente regule la actividad, suspendiendo de manera provisional el baño en todas las masas de agua no tratada de la región. Esta suspensión temporal evitaría, a la vez, la concentración de visitantes en lugares normalmente masificados en estas fechas como Las Presillas de Rascafría, el Pontón de la Oliva (Patones), Pantano de San Juan (San Martín de Valdeiglesias, Navas del Rey), pantano de Picadas (Pelayos de la Presa), río Alberche en Aldea del Fresno entre otros lugares. A este respecto, hay que recordar que dentro de los límites del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama el baño está prohibido en todos sus ríos, según su normativa.

Otro elemento fundamental es la limitación en los accesos a los lugares más visitados. Los colectivos ecologistas creen que la Comunidad de Madrid debe seguir manteniendo cerrados todos los aparcamientos de su gestión para evitar la llegada de visitantes. Ésta es una forma de disuadir la visita y redirigir la demanda hacia los cascos urbanos o sus zonas perimetrales. La visita a zonas urbanas siempre aumentará el consumo en los negocios locales y será más fácil regular la posible formación de aglomeraciones que en el medio natural, donde la observación siempre es más compleja. Los colectivos ecologistas han identificado un total de 28 puntos conflictivos donde deben prestarse más atención por parte de las autoridades.

Para el turismo activo de grupos organizados (actividad permitida en esta Fase 1), la Comunidad de Madrid debe establecer las condiciones y las medidas de control necesarias para que estos grupos no superen las 20 personas, como marca esta fase de la desescalada.

Todas estas medidas «necesitan de una campaña de comunicación institucional, clara, urgente y de peso», aseguran los ecologistas. «No deben de verse como arbitrarias y caprichosas, sino como necesarias para proteger la salud de la población y para la conservación del medio ambiente», añaden.

Igualmente consideran que «es necesario la coordinación con los municipios y los cuerpos de seguridad (Seprona, Guardia Civil de Tráfico, Agentes Forestales y Policías locales). En este sentido existe un enorme desconocimiento y desinformación en la población madrileña sobre las actividades de naturaleza que están permitidas y las condiciones en que deben realizarse».

Los colectivos recuerdan «La pandemia no se ha superado y una inadecuada gestión de la actividad, del distanciamieto social y de la movilidad, en el medio natural, puede ocasionar un retroceso en la lucha contra la enfermedad. Por ello, Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, GRAMA, la Asociación Ecologista del Jarama El Soto, ARBA y Jarama Vivo, consideran esencial una acción decidida y urgente por parte del Gobierno Regional».