Ha perdido (69-72) frente a un rival que se presentaba como víctima, pero que desde el primer momento puso a los ripenses contra las cuerdas. A pesar de las buenas defensas de Covibar Rivas, su desacierto en la anotación penalizó al equipo, que siempre tuvo que remar contra diferencias cortas, pero persistentes. Alberto Rubio reconoce que «estamos menos finos que en la pretemporada».
Covibar Rivas EBA ha perdido esta mañana, en su feudo del Cerro del Telégrafo, la oportunidad de revertir la racha de derrotas que había cosechado en los dos encuentros anteriores a éste. El rival, Alorcón Basket, se presentaba en Rivas con la condición de colista, pero desde el primer minuto se vio claro que no habían acudido al Cerro con intención de regalar nada. Las defensas de los alcorconeros fueron siempre muy buenas y su ataque funcionó en gran medida gracias al rebote (50 contra 39 de los ripenses) y al tiro exterior, que a ellos les entró y a los de Alberto Rubio, no. En este último detalle estuvo la clave del encuentro, porque Alcorcón, con un 43% de acierto en el tiro de tres (9 de 21) provocó que Rivas siempre tuviera que ir a remolque en el marcador, algo que, según Rubio, «hace que el tiro siempre se haga en peores condiciones mentales».
Sea por esto o porque las muñecas no estaban engrasadas, el caso es que Covibar, a pesar de hacer una excelente defensa durante casi todo el encuentro, no podía aprovechar los beneficios de la misma porque llegados al aro rival, los tiros encontraban el hierro en lugar de la red. El primer cuarto fue el único en que los ripenses consiguieron mandar en el luminoso, si bien por corta diferencia (21-18). El segundo cuarto ya fue de los alcorconeros, también por escasa distancia (16-23), pero suficiente no obstante para ponerse por encima.
Tras el descanso, la tónica siguió siendo la misma: diferencias entre los cuatro y los diez puntos para Alcorcón y trabajo de brega para Covibar, que cada vez que llegaba a ponerse a dos o tres puntos de su rival, veía cómo el siguiente ataque quedaba en nada, volviendo la oportunidad a manos de Alcorcón, que la aprovechaba con mayor frecuencia. La tercera personal de Alex Arcauz hizo daño a los locales, ya que perdieron a uno de los que menos desafortunados habían estado en el tiro exterior, y los ocasionales encestes de Carpio, Giménez o Soto no podían frenar la escapada de Alcorcón en el marcador. Al final del tercer cuarto, siempre con la misma dinámica, se llegaba con un empate a 19 punto como parcial del periodo, y una escasa renta para Alcorcón en el acumulado (55-60).
En el último cuarto Covibar Rivas echó el resto. La defensa fue muy buena durante todo el tiempo, arriesgando al máximo en el contacto. El arbitraje, malo en general, pero tanto para un equipo como para otro, permitió unas veces el juego algo más que intenso en una y otra zona, mientras que en otras ocasiones se pitaba falta en contactos mucho menos notables. Con ese arbitraje, pocos jugadores pueden saber dónde está el listón. Covibar parecía en cada buena defensa que podía alcanzar a su rival y situarse a tiro de victoria. Pero en cada ocasión, de nuevo, el tiro fallaba. Y no tanto por la selección del mismo, razonablemente buena en la mayoría de las ocasiones, sino por simple desacierto. Privado casi siempre del juego interior, Covibar Rivas vio cómo el partido se le escapaba definitivamente cuando a falta de poco menos de un minuto para el final, y con sólo dos puntos de ventaja para los visitantes, Javi Carpio recibió un balón y no encontró ni un solo compañero a quien pasar el balón. El dos contra uno que recibió inmediatamente le hizo, a juicio de los árbitros, pisar la raya de fuera y Covibar perdió un balón y una oportunidad de oro para auparse definitivamente justo en el momento en que era imprescindible. Las dos jugadas siguientes tuvieron ya más de juego a la desesperada por parte de los ripenses.
Alberto Rubio, entrenador de Covibar Rivas, reconocía a Rivas Actual, al finalizar el encuentro, que «el equipo está menos fino que en la pretemporada», aunque se mostró confiado en un cambio para mejorar la racha de derrotas, que le dejan en la décimoprimera posición, cuarto por la cola, con una victoria y tres derrotas.
El próximo partido de Covibar Rivas será el 8 de noviembre en Alcázar de San Juan, frente al Seguros Solís, un rival temible que esta jornada se ha impuesto a Azuqueca y ha ganado así el segundo puesto en la tabla. Hasta el 15 de noviembre no volverán los ripenses al Cerro, en el partido que les enfrentará (19:30 horas) al Real Club Náutico Tenerife, actual tercero en la clasificación.