Rivas Vaciamadrid, 28/12/2013. Fernando Romay ha sido contratado por Rivas Ecópolis Basket para dirigir el primer equipo del club hasta final de temporada. Romay comenzará a ejercer como técnico a partir del 1 de enero, cuando el actual entrenador, José Ignacio Hernández, deje el puesto para volver a su Salamanca natal, tal como ya anunció que seguramente haría en caso de que «la morriña me pueda».
Romay ha declarado a Rivas Actual que se ve «plenamente capacitado» para desarrollar la labor de dirección técnica del primer equipo del Club Baloncesto Rivas. «Todos me consideran un técnico de altura, y yo no lo voy a negar», declaró ayer, poco después de hacerse pública la noticia. La entrevista con el ex-jugador del Real Madrid y de la selección española (uno de los componentes del mítico equipo que ganó la plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, en 1982) tuvo lugar en su chalet de Navalpinto de Huete, a pocos kilómetros de Madrid. Romay, de 45 años de edad, admite sentirse «suficientemente joven para emprender nuevos proyectos, y con suficiente experiencia para llevarlos a buen puerto».
La historia del ex-pivot del Real Madrid es digna de una novela. A la corta edad de cinco años sus padres comenzaron a observar el desusado crecimiento de su vástago y decidieron llevarle a los médicos más cualificados para que diagnosticaran si se trataba de una enfermedad o de un crecimiento natural. Los médicos dudaron en principio, pero finalmente el veredicto fue de normalidad «dentro de lo que cabe», como recuerda con sorna el próximo entrenador de las ‘flechas rojas’. A partir de ahí, todo empujó hacia el baloncesto, en una meteórica carrera que sólo peligró cuando Romay estuvo a punto de ir a la cárcel, acusado de producir adrede un grave trauma a un compañero de clase con complejo de bajito, en el colegio de las Trinitarias Hambrientas al que acudió hasta los catorce años.
Posteriormente, distintos equipos se disputaron sus servicios, pero fue el Real Madrid quien finalmente se hizo con ellos. En el club blanco recaló el jugador con toda su ilusión. Los comienzos en la entidad de Concha Espina fueron dificultosos, especialmente por la frustración que el ya jugador profesional experimentó al negársele el puesto de base para el que él se consideraba más apto. Una vez que asumió la necesidad de jugar de pivot, ya nunca volvió a echar de menos cruzar el campo botando el balón. No obstante, Romay reconoce que «a veces la he pagado con los bajitos del equipo contrario, o incluso del mío, porque hay cosas que no se pueden aguantar».
Decidido a convertirse en un entrenador popular en Rivas, Romay ha anunciado que firmará autógrafos todos los viernes en el bar La Cruz Blanca del centro comercial Rivas Centro, entre las 19:00 y las 20:00 horas. Junto con su firma, está dispuesto a «pagar una caña a las diez primeras personas que me pidan el autógrafo».