La web ‘Help the dog fly’ permite conectarse a personas que van a realizar un vuelo hasta un determinado destino, con particulares que quieren enviar a su mascota al mismo sitio. Los menores costes y la simplificación del trámite, puntos a favor del sistema.

Lo diremos en pocas palabras: ‘Help the dog fly’ (Ayude al perro a volar) es una página web que, sin cobrar nada por ello, pone en contacto a alguien que necesita enviar a su mascota adoptada (no sólo perros) hasta su lugar de residencia, al que se llega por avión, con una persona que va a realizare ese mismo trayecto y que se presta para hacerse cargo del animal desde el punto de partida hasta el de llegada. Una vez allí, el dueño se pone en contacto con el viajero y se hace cargo del animal.

No hay tarifas para esta prestación. No es obligatorio cobrar ni recibir dinero por ello, si bien Marta Negro, promotora de la web, explica que es habitual que el dueño del animal gratifique el favor hecho por el viajero ofreciéndole alojamiento gratis en su casa, una cantidad (que suele estar entre los 100 y los 200 euros) o un regalo. El registro en la web, tanto de viajeros como de dueños de mascotas, es gratuito.

¿Qué se ahorran las personas que envían o reciben a la mascota? Pues una cantidad de dinero que se mueve entre la tarifa que suele cobrar una empresa por hacerse cargo del traslado (unos 800 euros) y el coste del envío del animal en un vuelo de carga (unos 2.000 euros). ¿Qué gana la persona voluntaria que se presta a hacerse cargo del animal durante el vuelo? La gratificación que obtenga por parte del dueño y la satisfacción de haber hecho un gran favor sin apenas molestias por ello.

Experiencia personal

Marta Negro tuvo la idea de crear su web a raíz de un episodio en el que se vio personalmente involucrada y que le hizo ver las dificultades (sobre todo, económicas) que conlleva conseguir que una mascota que está en otro país (o en una ciudad suficientemente alejada como para requerir un avión como forma de transporte) pueda llegar hasta el domicilio propio.

Marta Negro, con sus compañeros ‘Ikisi’ y, en primer plano, ‘Teaspa’ (Foto Marta Negro)

«A raíz de tener que regresar a Escocia desde Thailandia antes de tiempo por el coronavirus, y habiendo tomado la decisión de adoptar a una perrita tailandesa del refugio donde estuve ayudando, hace casi dos años lancé esta iniciativa», explica la promotora de ‘Help the dog fly’. Marta es una viajera vocacional que recorrió buena parte del mundo en una experiencia que narró y que Rivas Actual publicó (1, 2, 3, 4, 5) hasta que la llegada de la pandemia abortó el periplo y la obligó, tras muchas esperas y problemas, a regresar a su lugar de residencia, en Escocia.

Hacer ‘match’

El procedimiento para ponerse en contacto una persona voluntaria que vaya a viajar en avión y que quiera ofrecerse para transportar a una mascota, es sencillo. En la web de Help the dog fly puede encontrar mascotas que sus dueños desean llevar a sus domicilios desde el lugar en que se encuentran. Si el o la voluntaria ven que su vuelo coincide con el trayecto que tiene que hacer el animal, lo marca (la web, por el momento solo en inglés aunque preparan la versión en español, lo denomina ‘hacer match’) y abre el proceso de puesta en contacto.

Para el viajero no supone trabajo extra, ya que de los papeles, los costes y de la logística de la mascota para que esté en el aeropuerto el día del viaje, se encargará el dueño, además de ofrecer una recompensa al viajero.

El viajero realizará el ‘check-in’ con la mascota, la cual dejará cómo equipaje “especial” y simplemente la recogerá en el lugar de destino, donde el dueño estará esperando en el aeropuerto para recibirla.

El resultado será un emocionante encuentro al que habrá contribuido el voluntario y del que será testigo, añadiendo un plus de satisfacción a su viaje.