Está previsto que en marzo finalice la campaña, en la que se habrán plantado más de 1.000 árboles, la mitad de ellos en parques y el resto, en calles, interior de colegios y obras. La inversión asciende a 300.000 euros.
La campaña municipal de plantación de arbolado, que empezó en octubre, entra en su recta final con el horizonte puesto en la primavera y con marzo como mes de finalización de la campaña. Son 1.088 árboles los que crecerán esta temporada: la mitad en parques (555, el 51%), el 20,5% en calles (223 unidades), 188 para el interior de los colegios (17,3%) y un 11,2% para obras (122). La inversión asciende a 300.000 euros e incluye la contratación de una brigada de personal de jardinería de apoyo para ejecutar todos los trabajos necesarios.
Esta actuación forma parte de la estrategia municipal de renaturalización del entorno urbano, que implica una triple vía de actuación: la mejora de zonas verdes existentes, la creación de otras nuevas y la plantación de arbolado en parques, calles y, este año con especial énfasis, el interior de centros educativos. Se lleva a cabo desde la empresa pública Rivamadrid, en coordinación con la Concejalía de Transición Ecológica y la Concejalía de Mantenimiento de la Ciudad.
Este 2022-2023, el Ayuntamiento ha apostado por una plantación intensiva en los patios de los colegios para «generar espacios amables para el alumnado», especialmente durante los meses de más calor. Se cubre así el máximo espacio disponible para arbolado en todos los colegios de la ciudad.
«Favorecer un ecosistema diverso»
“El objetivo de la plantación de este año va más allá de un simple, aunque no por ello menos importante, aspecto estético de nuestro entorno. Se busca favorecer un ecosistema biodiverso que actúe de escudo para minimizar el impacto que supone la contaminación, el efecto isla de calor o el ruido”, explica Érica Valiente, directora de Operaciones de Jardinería de Rivamadrid.
Según Valiente, la biodiversidad es un aliado imprescindible “de la calidad de vida a la que aspiramos. Ofrece sombra en verano y fauna auxiliar que nos ayuda a combatir las plagas evitando el uso de plaguicidas químicos, además de ser refugio para otros animales y favorecer la polinización, el ciclo del agua o la humedad necesaria para reducir el riesgo de incendios”.
Vínculos entre dotaciones ‘verdes’ y salud física y mental
“La infraestructura verde también funciona como agente mitigador de las desigualdades económicas y sociales, ofreciendo espacios de desarrollo personal y comunitario en igualdad de condiciones.
Además, está demostrado que existe un estrecho vínculo entre la calidad de la infraestructura verde de una ciudad con la salud física y mental de su ciudadanía”, concluye Valiente.