El aumento hasta seis millones de euros de la partida de los Presupuestos Generales del Estado dedicada nominalmente a la construcción del enlace directo de Rivas a la M50 supone un paso más allá de todos los que se han dado hasta la fecha para la consecución de esta conexión, vital para la ciudad.
Parece que esta vez sí puede ser la buena. La inclusión de una partida nominativa de 6 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021 supone la base sólida sobre la que comenzar las obras de construcción del enlace directo de Rivas con la M50. El convenio firmado entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Transportes (en cuyo presupuesto se encuentra la partida mencionada) habilita a la Corporación ripense para comenzar unas obras que utilizarían la carretera autonómica M-823 como base para la conexión. Un enlace cuyo coste final rondaría, como previsión inicial, los 12 millones de euros y que según el alcalde de Rivas podría comenzar ya en 2021 y estar concluido entre 2021 y 2022.
A diferencia de otra partida creada en otros PGE (los de 2008), la pactada por el Ayuntamiento en esta ocasión es de carácter nominativo, lo que implica que se asigna específicamente a la construcción de las obras del enlace requerido. Además, el convenio acordado entre Ministerio de Transportes y Ayuntamiento de Rivas facilita que sea éste (el principal interesado) quien licite las obras de la primera fase, que es la que está prevista construir en los dos próximos años.
Una historia rocambolesca
Para llegar a este punto han tenido que pasar muchas cosas. La historia comienza en 1999, cuando el Ayuntamiento de Rivas elabora una revisión del Plan General de Ordenación Urbana para diseñar la distribución del tráfico por diferentes trazados, entre los que se encuentra el enlace con la M50, cuya construcción comenzó en 1990. La autovía de circunvalación (construida para ser gestionada con el sistema de ‘peaje en la sombra’, adjudicado a la empresa Accesos de Madrid) había sido diseñada con enlaces a todas las principales poblaciones del cinturón de Madrid, a excepción de Rivas. En aquel entonces, este municipio contaba con cerca de 30.000 habitantes, pero se encontraba en una espectacular fase de crecimiento que le había llevado al primer puesto de todas las ciudades de España en el ranking de municipios con mayor crecimiento poblacional.
Las alegaciones del Consistorio ripense al trazado de la M50 y a la ausencia de enlace con Rivas determinaron las primeras negociaciones entre el Ayuntamiento y el por entonces llamado Ministerio de Fomento. Ambas administraciones realizaron seis reuniones entre 1999 y 2001, pero ninguna de ellas dio fruto a pesar de que en las mismas Rivas ofreció aportar gratuitamente los terrenos necesarios para realizar el enlace. La Dirección General de Carreteras, dependiente del Ministerio de Fomento, deniega, sin embargo, en octubre de 2001 la petición de Rivas.
La historia atraviesa a partir de ese momento una fase de propuestas municipales en las que se intenta encontrar una solución mediante diferentes inciativas. Una de ellas es el diálogo con el Ayuntamiento de Madrid, entonces presidido por José María Álvarez del Manzano, de cara a que éste tome en cuenta que el enlace solicitado debería servir también para dar servicio a los desarrollos ya por entonces previstos entre Vicálvaro y Rivas (los que ahora, y tras años de paralización, han sido retomados bajo los nombres de ‘Los Ahijones’ y ‘Los Berrocales’). Las conversaciones incluyen también a la propia Junta de Compensación de ambos desarrollos.
Tras un cambio en el trazado de la M50 a su paso por Rivas, el Ayuntamiento alega la ocupación que el cambio supone de unos terrenos propiedad municipal. Estamos en 2005 y el Consistorio levanta un Acta de Ocupación Previa que posteriormente servirá, ya en diciembre del mismo año, para el envío de una propuesta de construcción de enlace de Rivas a la M50 que renuncia al proyecto inicialmente propuesto, cuyo coste (más de 53 millones de euros) se considera inviable. Esta nueva propuesta contempla por primera vez la conexión mediante la carretera M-823.
Tras algo más de un año de estudios, el Ministerio de Fomento da el visto bueno provisional, en enero de 2007, al proyecto enviado por Rivas y dos meses después autoriza al municipio a redactar el proyecto para su posterior aprobación. En noviembre de ese mismo año los grupos presentes en el Gobierno local pactan con Fomento una enmienda a los presupuestos del Estado que supone la asignación de 3 millones de euros para el comienzo de las obras. En 2010, el Ayuntamiento presenta un proyecto de obra que descarta la conexión con la M50 habilitando el acceso a la misma en todos los sentidos de la vía y planteando sólo una en sentido A2 y R3. El coste estimado de aquel proyecto se elevaba a casi 8 millones de euros.
Sin embargo, el proyecto cae en el olvido y en los PGE de 2015 no se contempla partida alguna para la realización de la obra. Se entra en una fase de polémica relacionada sobre qué administraciones deben participar, y con qué cuantía económica, en el desarrollo del proyecto.
En diciembre de 2015 el Pleno municipal de Rivas aprueba una moción «Por el enlace directo de Rivas Vaciamadrid con la M50», en la que se insta al Ministerio de Fomento y a la Dirección General de Carreteras a «retomar el asunto del enlace de Rivas con la M-50, recibiendo al Alcalde y comprometiéndose a la ejecución de la obra a lo largo del entrante año 2016». Unos meses antes, en julio de 2015, el municipio ya había construido un enlace provisional entre el barrio de La Luna y la M-823, para facilitar el acceso a lo que después debía ser la vía de enlace a la M-50.
Una reivindicación constante
Desde entonces, una campaña municipal, ‘Rivas lo merece’, destinada a sensibilizar a la población sobre las carencias de infraestructuras de las que el municipio adolece a causa de otras administraciones, plantea como uno de sus focos principales el enlace con la M-50. Se realiza, en diciembre de 2017, un encierro de concejales y concejalas de aquella Corporación, en la que participan durante una noche ediles de los partidos entonces presentes en el Gobierno local (IU-Equo y Rivas Puede) y el PSOE.
Un año después, a la continuidad de las reuniones con Fomento y con la Comunidad de Madrid se añaden las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento ante el Senado, en una comparecencia del ministro del ramo, José Luis Ábalos, para explicar la necesidad del enlace directo a la vía de circunvalación. Y también se lleva al Parlamento Europeo una petición para que Buselas interviniese ante el Gobierno central en un caso caracterizado como discriminación hacia Rivas.
En abril de 2019, la Junta de Gobierno Local aprueba la licitación del nuevo proyecto de obra del enlace, con lo que se abría la puerta la puerta a la ejecución de la obra, únicamente a la espera de que tanto el Ministerio de Fomento como la Comunidad de Madrid certificasen su compromiso con una infraestructura vital para Rivas y el Sureste madrileño. El proyecto de obra queda realizado unos meses después y en enero de 2020 se entrega en la Demarcación de Carreteras del Ministerio de Transportes. El 13 del mismo mes se envía a la Dirección General de Carretras de la Comunidad de Madrid. Tan sólo unos meses después, Transportes daba el visto bueno al proyecto depositado y, con ello, despejaba cualquiwer problema técnico para la realización de la obra.
Mientras tanto, a las iniciativas institucionales se suman las de la ciudadanía de Rivas. Una plataforma exclusivamente creada para fomentar y canalizar el apoyo, la Plataforma M-50, comienza sus actividades, que continuarán a lo largo del tiempo y que desembocarán en la remisión al Ministerio de Fomento, en noviembre de 2017, de más de 14.000 firmas ciudadanas exigiendo la construcción inmediata del enlace.