Las y los participantes en la Marcha por la Dignidad, que llegaron a Rivas ayer por la tarde y cenaron y pernoctaron en esta localidad, han salido esta mañana, en torno a las 9:30, hacia Vallecas, donde se unirán a más gente para participar posteriormente en la manifestación que tendrá lugar en la capital hoy a las 17:00, partiendo de Atocha. Los caminantes han mostrado de manera unánime su satisfacción por el recibimiento que les han hecho en Rivas, «uno de los mejores de toda la Marcha».
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A las 7:00 de la mañana se encendían las luces del pabellón del Cerro del Telégrafo, marcando el despertar de las y los participantes en la Columna de Levante de la Marcha de la Dignidad. Tras cenar anoche y dormir en las instalaciones del pabellón del Cerro del Telégrafo, un lento goteo de caminantes ha ido desperezándose y poniéndose en funcionamiento con cara de satisfacción. «En Rivas ha sido de los pocos sitios en que hemos podido dormir en un pabellón con suelo de parquet, que es mucho mejor que el cemento, y con calefacción, y además hemos tenido agua caliente para ducharnos», algo que han agradecido sobremanera, ya que la temperatura, a partir de primera hora de la noche de ayer, había descendido considerablemente.
Ya en la mañana de hoy las personas que han participado en la acogida de la Marcha disponían todo lo necesario para dar de desayunar a los participantes en la misma. Desde las 7:00 de esta mañana, en torno a una veintena de voluntarios se afanaban en la cocina, improvisada en el exterior de la pista de patinaje del polideportivo, para ir calentando leche (incluyendo de soja, para los vegetarianos) y agua, y distribuyendo a lo largo de las enormes mesas los productos de bollería, pan y fruta.
Cumpliendo rigurosamente con los horarios previstos, poco después de las 8:45 la mayoría de los caminantes había desayunado ya y calentaban motores en el exterior de la pista de patinaje. A eso de las 9:15, los voluntarios de la Plataforma Unitaria de Rivas 22M, organizadora de la acogida, iniciaban ya la recogida de todo el material y mobiliario usado para atender a los marchantes, de forma que a las diez en punto el pabellón y demás instalaciones pudieran estar listos para su uso habitual. Trabajadores de Rivamadrid y de la concejalía de Deportes se afanaban también para tenerlo todo listo con ese fin.
Justo en el momento de comenzar la marcha en su etapa final hacia Madrid, ha hecho acto de presencia una lluvia menuda, pero abundante, que sin embargo ha tenido corta duración. Cuando la columna desembocaba ya en la A3, cesaba de llover, aunque apenas se ha despejado el cielo, y así se ha mantenido hasta mediodía.
En torno a 100 personas han colaborado en la acogida
Miembros de la Plataforma Unitaria 22M explicaban esta mañana que «en torno a 100 personas han colaborado en las distintas tareas necesarias para organizar esta acogida». Además, se mostraban especialmente satisfechos por el nivel de respuesta de la ciudadanía, que «ha colaborado de todas las formas posibles, desde aportar alimentos, tiempo y trabajo en las semanas que llevamos preparando todo esto, hasta pasarse anoche por el Cerro para acompañar a los caminantes».
El trabajo ha debido ser, efectivamente, muy bueno, porque la sensación generalizada que transmitían los participantes en la manifestación era de satisfacción plena con la acogida. «Ha sido uno de los mejores recibimientos que hemos tenido en estos días, si no el mejor», coincidían varios de ellos mientras tomaban su desayuno. Les quedaban todavía en torno a diez kilómetros hasta el punto de Vallecas en que se unirían a una concentración de personas que se sumará a la Marcha, pero después de los 500 que muchos de ellos han caminado en diez días, parece poca cosa.
No obstante, el final de la Marcha no es el final de su protesta. Casi sin excepción, los caminantes coincidían en que «seamos muchos o seamos pocos hoy en Madrid, esta protesta no va a parar, debemos acabar con las políticas antipopulares que están acabando con nuestras vidas».