El test se hizo ayer, con un modelo de autobús como los que podrían utilizarse y con presencia de la Alcaldesa, técnicos municipales, público y periodistas. El vehículo alcanzó una velocidad media de 20 kilómetros por hora, pero no simuló el tiempo invertido en paradas.
El viaje de prueba que un autobús híbrido enchufable modelo Solaris realizó ayer, martes, simulando la mitad del recorrido total de la línea 3 que el Ayuntamiento ha planeado poner en marcha, invirtió poco menos de una hora en realizar el recorrido de ida entre la cabecera, situada en la estación de metro de Rivas Urbanizaciones, y el final de la misma, en la de Rivas Vaciamadrid, en el Casco Antiguo. Los técnicos municipales calculaban unos 35 minutos para este viaje de prueba, por lo que la diferencia entre estimación y realidad fue sustancial.
El test se llevó a cabo con la presencia en el autobús de la Alcaldesa, Aída Castillejo, acompañada por el Jefe de Policía Local, Leonardo Lafuente, técnicos de varias concejalías y consejeros de barrio, además de público que pudo sumarse a la expedición. La regidora hizo una explicación del sentido y los criterios que han guiado la planificación de las líneas ideadas por el Ayuntamiento. El viaje partió de la rotonda junto al Ayuntamiento y Correos (donde también finalizó) para dirigirse desde allí a lo que sería la cabecera de la línea.
El vehículo, de 14 metros de largo y similar a los que utilizan empresas de transporte público de otros municipios, entre ellos el de Madrid capital, no realizó una simulación de las paradas que, para recoger o dejar pasajeros, tendría que hacer en un recorrido normal. Esto hace suponer que el tiempo que invertiría en una situación de servicio normalizado, rondaría más bien los 80-85 minutos. Y esto, hay que recalcarlo, para el trayecto de ida solamente.
La velocidad media que el autobús alcanzó estuvo en torno a los 20 kilómetros por hora, siendo los diversos y abundantes resaltos y los giros en rotondas y calles estrechas los principales factores de reducción de la velocidad.
Según ha podido saber Rivas Actual, algunos de los puntos por los que se realizaría este trayecto (y hay que suponer que algunos otros pertenecientes a las otras dos líneas planeadas) deberían sufrir alguna modificación, bien en la rectificación de las aceras, bien en atrasar la línea de parada de otros vehículos ante un semáforo, para dejar más radio de giro al autobús, o con otros tipos de modificaciones.
También se piensa en la posibilidad de realizar modificaciones en el comportamiento de los semáforos, de manera que éstos detectasen la presencia de un autobús y, o bien alargasen unos segundos el tiempo de semáforo en verde para facilitar su paso, o acortasen el tiempo de semáforo en rojo con el mismo fin.
Un trayecto complicado pero útil
En cuanto al trayecto, la línea 3 consigue unir puntos cruciales de la ciudad, especialmente estaciones de metro, centros educativos, comerciales y deportivos.
Su cabecera en la estación de Rivas Urbanizaciones le ubica cerca del centro comercial Covibar, le lleva después por la Avenida de las Provincias en dirección al CEIP Rafael Alberti y la Escuela Infantil Luna Lunera, pasando de camino muy cerca del CEIP Mario Benedetti. Continúa por la calle Río Jarama para dar servicio al IES Duque de Rivas y desemboca en la Avenida de los Almendros, no sin antes pasar por el centro comercial Zoco Rivas y el CEIP Victoria Kent.
A partir de Los Almendros, el autobús se dirige al polideportivo Cerro del Telégrafo y el centro comercial Rivas Centro, internándose en el polígono industrial, una parte del cual recorre, en este sentido de ida del trayecto, por la calle Electrodo hasta girar a la izquierda en la calle Torno y enfilar la avenida de José Saramago para dirigirse al CEIP del mismo nombre.
El trayecto pasa cerca del centro comercial La Vid y enlaza con la avenida de Ramón y Cajal para alcanzar el IES Europa. Después se interna por la avenida Cerro del Telégrafo para llegar a la de Pilar Miró. Pasa por la zona comercial en torno al cruce con la calle Silvia Munt y gira por José Isbert para, después de una incursión en esa barriada, terminar desembocando de nuevo en Pilar Miró, dando servicio al IES Antares y al CEIP José Iturzaeta.
Su siguiente destino es la avenida de Aurelio Álvarez, enlazando con la estación de metro de Rivas Futura y la zona comercial que la rodea. Posteriormente se adentra por Marie Curie, cubriendo el centro comercial H2O, y se dirige al parque empresarial próximo al Decathlon y a la planta de SEDIASA, para después usar la vía de servicio que da acceso al pequeño polígono industrial Los Areneros y pasar junto a la estación de metro de Rivas Vaciamadrid.
El último tramo lo realiza por la Avenida de Francia y calle Cisne, pasa por delante del polideportivo Cerro del Telégrafo y sube hasta la rotonda donde termina la avenida Campillo de San Isidro. Desde allí, vuelve a bajar hasta la estación de Rivas Vaciamadrid, donde termina el recorrido de este trayecto. El de vuelta utiliza un trazado prácticamente idéntico, en sentido inverso.
No sólo para quienes no tienen coche
La Alcaldesa, Aída Castillejo, explicó, antes de comenzar el viaje de prueba, que las líneas planeadas para servicio exclusivamente interno no tienen como público objetivo solamente a quienes no tienen o no utilizan habitualmente el coche, sino «también a quienes tiene coche y lo utilizan, pero podrían dejar de usarlo para hacer muchos viajes internos si hubiese un buen servicio de transporte público».
La Alcaldesa reflexionó que para que esto ocurra «es imprescindible que se les ofrezca un servicio fiable y eficaz». En ese sentido, recalcó las frecuencias de paso de estos autobuses, que se situarían en diez minutos, sin importar la hora ni el carácter laborable o festivo del día.