En la temporada 2011-2012 el novísimo equipo Rivas Club de Rugby (RCR) se inscribía por vez primera en la Liga Regional Madrileña. El año anterior este club había aglutinado a unos pocos veteranos de este deporte y a una amplia base de deportistas que se acercaban al rugby por vez primera. Hoy, tan sólo una temporada después, marcha segundo en la clasificación de Liga, empatado a puntos con el primero.
En la temporada 2012-2013 el club está recogiendo los frutos de la seria y rigurosa preparación técnica y física de los años anteriores, de la dureza de su primer año de competición, y se ha convertido en la sorpresa de su categoría: la 4ª Regional Madrileña, que comanda empatado a puntos con el líder, el filial del gran clásico del rugby español, C.D. Arquitectura.
R.C.R. ha derrotado sucesivamente a Valdemoro (7 – 34), a Hercesa de Alcalá – Guadalajara (7 – 0), a Ingenieros Industriales Las Rozas (22-33) y a Sanse Scrum Leblon (17-0). Tan sólo ha perdido ante Arquitectura (22-23), un equipo con las tablas necesarias para, habiendo ido todo el partido por detrás en el marcador, conseguir un definitivo ensayo en el tiempo de descuento. Las próximas semanas el R.C.R. debe afrontar los dos últimos partidos antes del descanso navideño, más toda la segunda vuelta. Sin duda, su objetivo es coronar esta temporada con el ascenso a la 3ª Regional.
El éxito del equipo de Rivas reside en su comunión con los valores del rugby, un romántico deporte de equipo y uno de los últimos bastiones de los viejos valores deportivos en una época donde la mercantilización está haciendo de la actividad deportiva, cada vez más, un espectáculo.
Así, R.C.R es, ante todo, un conjunto sin grandes estrellas, pero capaz de comportarse como un grupo compacto, ordenado y disciplinado. Es a la vez un equipo sacrificado que insiste en una rigurosa preparación técnica, pero incorpora un intenso entrenamiento físico para sus jugadores. Por fin, el grupo cuenta con una plantilla de edades muy dispares que se complementan muy bien entre sí: desde jugadores aún muy jóvenes (todavía juveniles en algunos casos) y con excelentes cualidades, a veteranos que aportan su conocimiento de esta disciplina.
Ahora, con cuarenta fichas de jugadores y realizando en algunos institutos de Rivas una labor de iniciación en colaboración con la Federación de Madrid, el R.C.R. se enfrenta a la necesidad de crecer. Desde luego, ascendiendo a la 3ª Regional, pero también con la pretensión de poder jugar los partidos locales en la misma ciudad de Rivas y, sobre todo, con la fundación de una Escuela y el desarrollo de categorías inferiores, intermedias y femeninas.
