El ripense Adrián Bajo y su perra «Sucre» números 13 del mundo de Agility

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Los pasados día 4, 5, 6 y 7 de octubre de 2018 se ha celebrado en la localidad sueca de Kristianstad el World Championship organizado por la FCI (Federación Cinológica Internacional). Adrían Bajo y su perra «Sucre» formaron parte del equipo español de la categoría «Large» compitiendo en la modalidad de equipos e individual.

En la prueba de equipos España, quedó clasificada en un muy discreto puesto 31 de 38 de un total de participantes. Recordar que en esta modalidad cada equipo está formado por cuatro duplas (guía/perro) y que son válidos solo los tres mejores resultados.

Las pruebas individuales, en las que participan 145 duplas, arrancaban el sábado 6 con la prueba de Jumping (sin obstáculos de contacto) donde Adrián Bajo y su perra «Sucre» terminaron en el puesto 43 sin penalizaciones y con un tiempo de 36,13 , a 2,8 segundos del primer clasificado el italiano Nicola Guiraudi con “Eira” quien sería finalmente campeón del mundo.

Al día siguiente, el domingo 7, se celebró la prueba de Agility, especialidad el ripense, en la que termina su pista sin faltas y con un tiempo de 38,26 segundos, lo que le permite ponerse primero de la clasificación general a falta de 42 duplas por competir.

Finalmente, Adrián y «Sucre»,  fueron sobrepasados por 12 de estos competidores quedando en un más que meritorio 13º puesto y siendo el mejor de la representación española en esa categoría.

Recordar que Adrián Bajo y su perra «Sucre» se proclamaron subcampeones de España de Agility en la categoría estándar el pasado mes de abril y también ganaban el pasado mes de julio el trofeo Reino de León de Agility, también en la categoría Standard.

¿QUÉ ES EL AGILITY?

El Agility es un deporte creado en Inglaterra en 1970 y que consiste en que un binomio formado por un guía y un perro tienen que realizar un circuito de obstáculos colocados en un orden determinado, con el menor número de faltas en el menor tiempo posible. Las normas están dictadas por FCI (Federation Cynologique Internationale) y en España las controla la RSCE (Real Sociedad Canina de España) y la RFEC (Real Federación Española de Caza).

El circuito se compone de distintos tipos de obstáculos, de salto (vallas, ruedas y muros) de contacto (balancín, pasarela y empalizada) de habilidad (slalom) y túneles. Se disputan dos mangas y el binomio que en el cómputo de las mismas tiene menos penalizaciones y menos tiempo es el ganador. Un juez diseña y controla la correcta realización del recorrido y va señalizando las distintas penalizaciones que se cometen en su desarrollo, así mismo fija un tiempo de realización del mismo en función de la distancia y los obstáculos, el sobrepasar este tiempo también conlleva penalización. La no realización correcta del recorrido y de los obstáculos conlleva distintas penalizaciones.

Los perros están divididos por tamaños mini, midi y estándar y la altura de los obstáculos se adecua a cada uno de ellos. Así mismo y en función de los resultados en distintas competiciones hay una división en Grados I, II, III, de forma que en cada uno los binomios este en un grado en el que todos los participantes tienen un nivel similar.

El desarrollo de una prueba de Agility, con independencia del tamaño y del nivel del perro, es el siguiente: el juez con su equipo coloca los obstáculos, y una vez colocados, todos los guías entran a reconocer la pista, disponiendo de 7 minutos para aprender el orden en el que se tiene que realizar y que trayectorias son las más adecuadas para su perro, y una vez trascurrido este tiempo se abandona la pista y comienza la competición.

En esta primera manga el orden de salida es por sorteo, y una vez finalizada la misma, se vuelve a colocar otro circuito similar o distinto al primero y se vuelve a repetir la operación de reconocimiento. En esta ocasión el orden salida es inverso a la clasificación de la primera manga. La clasificación final, como ya se ha indicado, es la resultante de sumar los dos circuitos, con el siguiente orden, menos faltas, menos penalizaciones, menor tiempo.

El Agility está abierto a todas las personas y a todas las razas de perros, y desde el punto de vista del guía, no es necesario tener una condición física especial ya que hay distintas formas de dirigir al perro. Incluso tener alguna discapacidad física no impide la practica de este deporte y tampoco la edad es un impedimento para el desarrollo de esta actividad. El limite lo marca el control del guía sobre el animal, ya que cuando hablamos de competición en la pista no hay nadie más que el binomio guía/perro y el juez que dirige la prueba.

Y desde el punto de vista del perro, todas las razas en un principio pueden practicar esta actividad, bien es cierto que hay ciertas razas  en las que el proceso de aprendizaje en más rápido que en otras.

El Agility no tiene como objetivo la educación del perro, para eso existen otras disciplinas como pueden ser obediencia, IPO (rastreo, obediencia, protección), MONDIORING (rastreo, agilidad, protección), etc.. Si bien el perro que practica Agility tiene que tener un mínimo de obediencia y atender a las órdenes de su guía. De hecho para poder competir en Agility previamente hay que pasar una prueba de socialización.