El ripense Adrián Bajo Alonso subcampeón de España de Agility

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En la imagen, el ripense Adrián Bajo Alonso a la izquierda de amarillo, posa en el podium tras proclamarse subcampeón de España de Agility en el Campeonato de España. Foto de Fernando Ortega.

El ripense Adrián Bajo Alonso con su perra Sucre se proclamó subcampeón de España en la categoría estándar en el Campeonato de España de Agility celebrado el pasado mes de abril en Madrid.

Los días 28 y 29 del pasado mes de abril y organizado por la Real Sociedad Canina de España (RSCE), se ha celebrado en las instalaciones de IFEMA de Madrid el Campeonato de España de Agility en el que el ripense Adrián Bajo Alonso con su perra Sucre se proclamaba subcampeón de España en la categoría estándar.

Una competición en la que participaban un total de 155 duplas de guía/perro de todas las comunidades autónomas habían conseguido clasificarse para esta final en diversas pruebas clasificatorias celebradas a lo largo del año 2017.

En la prueba del sábado 28, Adrián termino en la posición 16 sin faltas, con un tiempo de 33,19 segundos y con todas opciones intactas para la prueba del domingo.

Y ya el domingo 29, concursando en orden inverso a la clasificación del día anterior, Adrián termina su pista con cero faltas lo que situándose el primero en la clasificación, y finalmente, solo es superado por la dupla formada por la zaragozana Carmen Briceño y su perro Malibú.

Este puesto es todo un reconocimiento al trabajo realizado por Adrián a lo largo de la temporada, en la que no solo ha conseguido clasificarse para este campeonato sino que ya tiene el billete para el World Championship 2018 organizado por la FCI (Federation Cynologique Internationale).

¿QUÉ ES EL AGILITY?

El Agility es un deporte creado en Inglaterra en 1970 y que consiste en que un binomio formado por un guía y un perro tienen que realizar un circuito de obstáculos colocados en un orden determinado, con el menor número de faltas en el menor tiempo posible. Las normas están dictadas por FCI (Federation Cynologique Internationale) y en España las controla la RSCE (Real Sociedad Canina de España) y la RFEC (Real Federación Española de Caza).

El circuito se compone de distintos tipos de obstáculos, de salto (vallas, ruedas y muros) de contacto (balancín, pasarela y empalizada) de habilidad (slalom) y túneles. Se disputan dos mangas y el binomio que en el cómputo de las mismas tiene menos penalizaciones y menos tiempo es el ganador. Un juez diseña y controla la correcta realización del recorrido y va señalizando las distintas penalizaciones que se cometen en su desarrollo, así mismo fija un tiempo de realización del mismo en función de la distancia y los obstáculos, el sobrepasar este tiempo también conlleva penalización. La no realización correcta del recorrido y de los obstáculos conlleva distintas penalizaciones.

Los perros están divididos por tamaños mini, midi y estándar y la altura de los obstáculos se adecua a cada uno de ellos. Así mismo y en función de los resultados en distintas competiciones hay una división en Grados I, II, III, de forma que en cada uno los binomios este en un grado en el que todos los participantes tienen un nivel similar.

El desarrollo de una prueba de Agility, con independencia del tamaño y del nivel del perro, es el siguiente: el juez con su equipo coloca los obstáculos, y una vez colocados, todos los guías entran a reconocer la pista, disponiendo de 7 minutos para aprender el orden en el que se tiene que realizar y que trayectorias son las más adecuadas para su perro, y una vez trascurrido este tiempo se abandona la pista y comienza la competición.

En esta primera manga el orden de salida es por sorteo, y una vez finalizada la misma, se vuelve a colocar otro circuito similar o distinto al primero y se vuelve a repetir la operación de reconocimiento. En esta ocasión el orden salida es inverso a la clasificación de la primera manga. La clasificación final, como ya se ha indicado, es la resultante de sumar los dos circuitos, con el siguiente orden, menos faltas, menos penalizaciones, menor tiempo.

El Agility está abierto a todas las personas y a todas las razas de perros, y desde el punto de vista del guía, no es necesario tener una condición física especial ya que hay distintas formas de dirigir al perro. Incluso tener alguna discapacidad física no impide la practica de este deporte y tampoco la edad es un impedimento para el desarrollo de esta actividad. El limite lo marca el control del guía sobre el animal, ya que cuando hablamos de competición en la pista no hay nadie más que el binomio guía/perro y el juez que dirige la prueba.

Y desde el punto de vista del perro, todas las razas en un principio pueden practicar esta actividad, bien es cierto que hay ciertas razas  en las que el proceso de aprendizaje en más rápido que en otras.

El Agility no tiene como objetivo la educación del perro, para eso existen otras disciplinas como pueden ser obediencia, IPO (rastreo, obediencia, protección), MONDIORING (rastreo, agilidad, protección), etc.. Si bien el perro que practica Agility tiene que tener un mínimo de obediencia y atender a las órdenes de su guía. De hecho para poder competir en Agility previamente hay que pasar una prueba de socialización.