Porque la gran mayoría de vecinos y vecinas ripenses se siente enormemente orgullosa de
nuestro modelo de ciudad sostenible y con servicios públicos y de calidad. Porque Rivas es el municipio madrileño que destina más superficie a zonas verdes. Porque Rivas es la ciudad con mayor tasa de actividad laboral de España. Porque Rivas está entre los diez municipios españoles con menor tasa de paro. Porque Rivas quiere que el grado de satisfacción de sus vecinos y vecinas no disminuya cuando se acabe de desarrollar todo el proceso urbanístico.

También porque la Comunidad de Madrid está obstaculizando la implantación en Rivas de servicios básicos que son de su competencia, como los relativos a la educación, la sanidad  y el transporte público, que ya están ocasionando agravios en nuestra ciudadanía y que van a hacer insostenible una respuesta óptima si se sigue adelante con los desarrollos urbanísticos programados de carácter residencial. Porque a las personas que están esperando y deseando venir a vivir a Rivas hay que garantizarles servicios como plazas de escolarización, médicos de familia, pediatras, urgencias abiertas en los centros de salud y un transporte público de calidad. Si no paramos ahora a reflexionar y pensar cómo podemos entre todos y todas diseñar los nuevos desarrollos, no lo vamos a poder garantizar y nos tendremos que arrepentir de no haberlo hecho. Porque queremos invertir en actividad económica, en comercio de proximidad y en industrias que generen puestos de trabajo en Rivas y que favorezcan que nuestros vecinos y vecinas puedan trabajar aquí, puedan comprar aquí y, en definitiva, puedan cubrir todas sus necesidades vitales aquí.

Y también porque te intentarán decir que llegamos tarde, sin decirte que el Equipo de Gobierno ya había alertado de la situación de emergencia educativa, de la falta de  respuesta en el Gobierno regional sobre el transporte público y de las reivindicaciones en sanidad, absolutamente imprescindibles para una ciudad que ronda ya los 100.000 habitantes. Porque te intentarán decir que queremos ajustar cuentas a las constructoras, manipular y engañar a la ciudadanía, cuando lo que se pretende es compartir con los nuevos y nuevas vecinas que vengan el grado de calidad de vida y el orgullo que se tiene viviendo aquí. Eso es sólo posible si nos replanteamos un incremento poblacional sin alternativas de respuesta en cuanto a servicios de calidad. Porque te intentarán decir que se trata de una consulta ilegal y manipulada, obviando que se trata de una decisión política y social para que sean los vecinos y vecinas los partícipes de las decisiones de este calado y que tenemos un Reglamento de Participación que concede el derecho a los y las ripenses a que se les pregunte por sus necesidades y por los servicios municipales, y que el resultado de la consulta será respetado y ejecutado por el Equipo de Gobierno.

Y sobre todo, porque si no lo hacemos ahora, si no decidimos parar y pensar y si no aportamos ideas y sugerencias sobre cómo queremos completar nuestra ciudad y dejamos que se termine el planeamiento urbanístico, ya sí que no habrá margen alguno de maniobra y posiblemente dejaremos de ser lo que somos ahora: Rivas Vaciamadrid, una ciudad sostenible y habitable.