Juan Carlos Monedero, doctor en Ciencias Políticas y profesor titular en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, ha realizado esta tarde, en la sede de Izaquierda Unida de Rivas, una presentación de su nuevo libro, «La Transición contada a nuestros padres». El politólogo ha realizado un discurso largo y lleno de referencias al catálogo de cuestiones inasumibles por un país que, sin embargo, las asume porque España es «un país muy irreverente con los que mandan, pero muy obediente a sus dictados».
El acto, presentado por la diputada regional de IU Tania Sánchez, ha tenido su parte polémica cuando Monedero, dentro del rosario de causas de esa democracia imperfecta que según él tiene España, ha recordado que el PCE «también tiene su responsabilidad», por haber asumido en la Transición un papel certificador de la política de «olvido de las más de 130.000 personas víctimas del genocidio franquista». El profesor universitario ha recordado una frase del Marcelino Camacho de los años 70, cuando el líder sindical dijo que con la Ley de Amnistía (fruto de los pactos que conformaron la llamada Transición española) quedaban saldadas las cuentas con el pasado. Y para Monedero, «no era cierto: las ciento treinta mil personas asesinadas por el franquismo después de terminar la Guerra Civil seguían ignoradas y con sus tumbas en paredero desconocido». La referencia a la responsabilidad del PCE en esos momentos de la Transición creó un perceptible disgusto entre algunos de los asistentes al acto.
El libro de Juan Carlos Monedero sitúa los problemas de España en el hecho de que, «a diferencia de países como Francia, Italia o Alemania, cuyas respectivas cartas constitucionales actuales fueron fruto de una guerra mundial de contenido antifascista» y que recogieron de diversas maneras ese antifascismo en sus genes, la Constitución española de 1978 se limitó a recoger algunos de esos contenidos, pero sin tener ninguna ligazón real con ellos, de manera que la mayoría no han sido más que papel mojado. Monedero hace en su libro un llamamiento a incorporar ese antifascismo a los planteamientos de crítica y lucha contra el actual sistema y a elaborar un lenguaje y un discurso propios que nos permitan «alejarnos del discurso oficial, que es el del neoconservadurismo y el neoliberalismo», para poder plantearnos salidas a esta sociedad que los actuales gobernantes plantean como inexistentes.
El acto, que sirvió como apertura de una serie de actos similares que llevarán el nombre de «Diálogos Zurdos» contó con la asistencia de unas cincuenta personas, que llenaron prácticamente el salón del local de IU Rivas.