El Pleno Extraordinario celebrado esta mañana en Rivas, dedicado monográficamente a dar cuenta del dictamen de la comisión municipal de investigación sobre el informe de la Cámara de Cuentas de Madrid, ha puesto de manifiesto que dentro de la unanimidad de voto al mencionado dictamen, existen posiciones diferenciadas que ponen un interrogante sobre la finalización total de la crisis que sufre el Gobierno municipal desde hace meses. Todos han votado a favor de las conclusiones, pero unos las consideran poco menos que el espaldarazo definitivo a la gestión municipal en los periodos auditados por la Cámara, mientras que otros creen que ese espaldarazo lo tendrán que dar, en su caso, las dos auditorías (una municipal y otra, externa) ya encargadas al efecto.
Tras la larga lectura del informe completo, realizada por el presidente de la comisión de investigación, José Antonio Riber (Partido Popular, PP), las intervenciones de los portavoces de los grupos han mostrado claramente las diferencias entre, por un lado, el PSOE, el PP y el Alcalde (que ha cerrado las intervenciones), y, por otro, IU Rivas. Mientras que los primeros han coincidido en dar por finalizado el proceso de investigación sobre lo que el informe de la entidad fiscalizadora madrileña ponía en entredicho en la gestión municipal durante los años 2010 y 2011, el portavoz de IU Rivas, Pedro del Cura, ha hecho hincapié en varias ocasiones en el carácter «político» de la comisión (algo que las propias conclusiones leídas por Riber reconocen), dejando entrever que ese carácter convierte a la comisión en una especie de paso obligado pero no concluyente, respecto a las mencionadas irregularidades señaladas por el informe de la Cámara de Cuentas el pasado noviembre.
Han sido varias las ocasiones en que tanto el portavoz del PP, Jesús González Espartero, como el del PSOE, Guillermo Magadán, han repetido la frase «quien tenga algo que decir a estas conclusiones, que lo diga ahora o calle para siempre». Del Cura, por IU Rivas, no ha contradicho las conclusiones que su grupo había votado, pero sí se ha encargado de poner un interrogante acerca de su utilidad, toda vez que ha hecho descansar en las auditorías aún pendientes de terminarse (una, llevada a cabo por la Intervención Municipal, y otra, externa) la capacidad de dilucidar realmente si esas irregularidades existieron, o si, por el contrario, no hay base para denunciarlas como tales.
En este último caso, todos los grupos admiten (aquí sí había unanimidad) en que habría, ya sí, una respuesta definitiva a la Cámara de Cuentas y, por tanto, nada más restaría por hacer desde el Ayuntamiento en relación con el famoso informe. Pero la duda surge si el resultado de esas auditorías contradice las conclusiones de la comisión de investigación y da la razón a la Cámara de Cuentas. El Alcalde, José Masa, se mostró inapelablemente seguro de que no sería así, ya que «la gestión municipal puede haber sido mejorable, no me cabe duda, y para mejorarla hemos ido poniendo en marcha las recomendaciones que nos hacían; pero tengo la certeza de que no ha habido ninguna actuación irregular», dijo. Pedro del Cura no se mostró categórico en un sentido ni en otro.
Obviamente, los grupos municipales de la oposición coincidieron en cargar las tintas sobre la naturaleza de la crisis municipal que se arrastra en Rivas desde hace meses. Tanto Magadán como González Espartero hicieron un relato catastrófico de la situación de la ciudad, acusando a Izquierda Unida de haber antepuesto las «ambiciones personales» a los intereses de la ciudad, y de haber estado seis meses dedicándose a una pelea interna en lugar de «a gobernar la ciudad». Masa fue, una vez más, el encargado de disentir respecto a esto, asegurando que el Gobierno había seguido cumpliendo sus compromisos en todos los terrenos «y las calles siguen estando limpias», remachó.
Un dictamen muy favorable a la gestión municipal
En cuanto al dictamen de la comisión de investigación, en sí mismo puede valorarse de muy favorable a las posiciones defendidas por José Masa y el grupo de concejales afín a él en toda la crisis. Prácticamente en todos los aspectos en los que la Cámara de Cuentas ponía interrogantes o decía abiertamente que se habían cometidos irregularidades contables, la comisión quita razón al ente fiscalizador y se la da al Ayuntamiento. Quizás las tres cuestiones más relevantes de ese informe de la Cámara de Cuentas eran la aceptación de una parcela de terreno, a título de dación en pago, por parte de una de las empresas constructoras que habían acumulado una deuda con el Ayuntamiento y que estaba en proceso concursal; la minusvaloración de otra parcela que se había donado a la EMV de Rivas como pago por la construcción de la Ciudad Educativa Hipatia; y la sobrefacturación realizada por la empresa gestora de la EMV, Habyco XXI.
Respecto a la primera cuestión, el informe admite que de no haberse aceptado ese terreno como dación en pago, el Ayuntamiento muy probablemente se habría quedado sin cobrar la deuda, de donde se deduce que la comisión aprueba la decisión adoptada en su día por el Gobierno municipal. En cuanto a la segunda cuestión, se admite también que el monto de la minusvaloración (en torno a once millones) se corresponde con la depreciación normal de los terrenos en las fechas en que tal minusvaloración se registró contablemente. Y en cuanto a la sobrefacturación, da también la razón al Ayuntamiento, ya que considera que las estipulaciones del contrato mercantil suscrito entre éste y la empresa Habyco XXI obligaban al primero a aceptar el grueso de las prácticas llevadas a cabo en la facturación de la empresa.
A tenor de ese dictamen, Guillermo Magadán ha resaltado lo injustificado de la forma en que se ha desarrollado la crisis de Gobierno en Rivas, ya que «se ha acusado a concejales de las peores cosas de que se puede acusar a un político». El portavoz socialista ha venido a explicar que será ahora muy difícil limpiar el buen nombre de aquellos que han sido acusados «prácticamente de llevarse el dinero a su bolsillo».