La Ordenanza de Ciudad Sostenible pasó, ayer 31 de octubre, el trámite del Pleno municipal, posicionándose a favor los grupos de Izquierda Unida-Los Verdes, Popular y Mixto, y absteniéndose el Socialista. Tanto IU como el PP se alabaron mutuamente la disposición al diálogo y el espíritu constructivo.
La Ordenanza de Ciudad Sostenible instituye el marco en el que se normativizan cuestiones esenciales para el desarrollo de una ciudad, desde los materiales que pueden usarse en la construcción de edificios, hasta las instalaciones de ahorro energético que deben implementarse o el tipo de arbolado que plantar en la ciudad. El primer intento de avanzar en esta nueva ordenanza se realizó en 2010, pero entonces las críticas que recibió el proyecto, provenientes de casi todos los grupos, hicieron que la concejalía correspondiente (entonces llamada de Urbanismo y Medio Ambiente) lo retirase. Ayer fue presentado de nuevo por Fausto Fernández, concejal de lo que ahora se llama concejalía de Ciudad Sostenible, y recibió el espaldarazo de una mayoría amplia del Pleno.
La ordenanza, que Fernández definió como «esencial para lograr el objetivo de ‘Emisiones Cero’ para 2030», se plantea desde el reconocimiento de que, con el suelo municipal prácticamente agotado, éste se ha convertido en un bien al que hay que cuidar. Es por ello que la norma busca conducir los desarrollos urbanísticos aún por realizar, y también, en la medida de lo posible, los ya realizados, con criterios de dotar a las áreas de una mayor densidad de población, rehuyendo, por tanto, el tipo de construcción horizontal (casas bajas, chalets) que han sido hasta el momento uno de los elementos característicos de buena parte de la superficie de la ciudad. Esta baja densidad causa problemas de gran magnitud en aspectos esenciales, como es el de la movilidad urbana, muy dependiente del vehículo privado, y la escasez de espacios de encuentro social.
Fernández ofreció el dato de que «Rivas es la ciudad que más creció en España durante la pasada década», pero también el que la convierte en la de «menos densidad de habitantes por metro cuadrado de toda la Comunidad de Madrid». El concejal añadió que «según el Instituto Nacional de Estadística, somos la población con menor porcentaje de vivienda vacía, poco más de un 1%, lo que significa que el crecimiento ha sido sólido», ya que la vivienda adquirida no lo habría sido con fines especulativos, sino de uso como primera vivienda.
El PP aportó más de cien enmiendas
Fernández alabó el trabajo constructivo del principal grupo de la oposición, el Popular, cuyo representante para este tema, Antonio de la Peña, aportó el dato de las enmiendas presentadas por su grupo tanto al proyecto de 2010 como al de ahora: «103 enmiendas y aportaciones hemos presentado entre ambos proyectos, 94 de las cuales han sido aceptadas, lo que significa un gran trabajo realizado». Fausto Fernández así lo reconoció cuando puso un ejemplo: «El Partido popular nos propuso eliminar de la lista de árboles a plantar en Rivas, aquellos que produjesen las alergias más identificadas en la población local. Nosotros ni habíamos caído en ello».
Por su parte, el Grupo Socialista no planteó grandes objeciones al proyecto de Ordenanza, pero basó su abstención en las dudas que le surgían sobre ciertos aspectos sobre los que Pilar Jiménez, la portavoz socialista para este asunto, no identificó en detalle.