Una iniciativa del personas del centro, apoyada por varias entidades ciudadanas de Arganda, ha recogido a lo largo del último mes decenas de palés con cientos de kilos de productos de alimentación no perecedera, material escolar y juguetes. Los destinatarios de los materiales donados serán Cruz Roja y la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio.
Por iniciativa del personal del centro, el Hospital Universitario del Sureste ha organizado una semana de la solidaridad a la que se han unido diversas organizaciones y ciudadanos de la zona. El objetivo no era otro que “devolver” todas las muestras de apoyo recibidas durante el periodo de confinamiento. Para ello se han elegido dos organizaciones como foco de atención: Cruz Roja y Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS).
Un comunicado del hospital señala que «Durante la crisis ocasionada por la pandemia del covid-19 el Hospital recibió grandes muestras de solidaridad de todos los ciudadanos y la colaboración desinteresada de empresas, particulares, asociaciones…2 y «En este tiempo no fueron solo los hospitales los que se vieron desbordados por la pandemia sino que muchas personas sufrieron y sufren las consecuencias de la crisis social y económica derivada de la misma».
Un grupo de profesionales del Hospital Universitario del Sureste pensaron que era hora de “devolver” la solidaridad que habíamos recibido. Por ello se creó la semana de la solidaridad con el fin de que los trabajadores del centro, tanto los dependientes del SERMAS como los de la Sociedad Concesionaria Phunciona, pudieran aportar su granito de arena en la ardua tarea de la reconstrucción social que se nos avecina.
Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio y Cruz Roja
De las muchas donaciones recibidas una fue la de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS): La nota del hospital explica que «nos prestaron 30 camas que pudimos dedicar a la atención de los numerosos pacientes que llegaban al Hospital afectados por COVID-19. El Hospital pensó donarles a ellos, para su programa de creación de escuelas, material escolar y libros, así como juguetes y alimentos no perecederos».
Por otra parte, y para paliar en algo las necesidades, «recurrimos a Cruz Roja a los que donamos alimentos no perecederos. Se realizó un llamamiento a los trabajadores del hospital y en los pocos días que tuvimos el almacén se fue llenando de todo lo solicitado: cacao soluble, alimentos no perecederos (para Siria no tenían que contener cerdo), material escolar, libros en inglés, aceite, conservas de pescado, juguetes…»