Hoy jueves día 1 de marzo tendrá lugar el acto central y de mayor contenido desde el punto de vista cultural dentro de los actos conmemorativos del día de Andalucía celebrado ayer 28 de febrero, con la conferencia sobre “El pacto de Antequera”.
Los anhelos del pueblo andaluz por gozar de gobierno propio no son tan recientes como nos lo hace suponer el relato oficial. Sus manifestaciones se remontan al siglo XIX, la misma época en que se manifiestan los pueblos que hoy están considerados Comunidades Históricas, con reconocidos derechos.
Las reivindicaciones de los andaluces no cuajaron entonces, pero ahí quedaron latentes en un rincón de la memoria del pueblo andaluz hasta que el grito de Blas Infante, “Viva Andalucía libre” las rescató olvido.
Tras el golpe de Estado del 1936 y la posterior dictadura, vuelven a hacerse sentir apenas empieza a configurarse nuestra actual democracia, cuando otras comunidades españoles quieren hacer valer derechos históricos y plantean una España autonómica a dos velocidades. En el año 1977 un gran número de ciudades andaluzas salen a la calle haciendo saber que Andalucía no está dispuesta a aceptar un trato discriminatorio y humillante.
Sin embargo, el gran gesto político es el conocido como “Pacto de Antequera”. En 1978 los diputados andaluces de las Cortes Españolas, en representación de todos los partidos del espectro político de aquel momento, se reúnen en Antequera y acuerdan exigir el acceso a la autonomía en las mismas condiciones que aquellas comunidades reconocidas como históricas.
A partir de aquel momento, ya se sabe: nuevas manifestaciones, referéndum y objetivo cumplido.
Pacto de Antequera
El Pacto de Antequera, conocido así por haberse firmado en la ciudad de Antequera, fue un acuerdo firmado el 4 de diciembre de 1978 entre los once partidos políticos implantados entonces en Andalucía, por el cual estos se comprometían a unirse para conseguir en el menor tiempo posible la autonomía de Andalucía. Se trató de un acuerdo sin ningún precedente en el resto de comunidades autónomas.1
Surge como consecuencia de las manifestaciones del 4 de diciembre de 1977, en las que alrededor de millón y medio de andaluces salen a las capitales de provincia convocados por la Asamblea de Parlamentarios para demandar la autonomía.
El Decreto-ley 11/1978 instituye la Junta de Andalucía, una junta preautonómica que persigue ser considerada «histórica» como sucede en el País Vasco, Galicia y Cataluña, logrando así el mismo nivel competencial. Sin embargo, dado que en 1936 no se llegó a celebrar referéndum programado debido al levantamiento militar de Franco, el Gobierno de UCD considera que Andalucía deberá seguir el camino del resto de regiones que quieren constituirse en comunidades autónomas, mediante el artículo 143 de la Constitución. Para alcanzar el mismo nivel de competencias que el País Vasco, Galicia o Cataluña, Andalucía habría de esperar al menos cinco años. Por todo ello, se propone la posibilidad de acceder a la autonomía de Andalucía mediante una vía alternativa contemplada en la Constitución, sin quedar «relegada a la segunda fila».2
La iniciativa autonómica que propone el pacto es remitida a los distintos ayuntamientos democráticos de Andalucía, sin pasar antes por las diputaciones, encauzando así constitucionalmente el intento de conseguir la autonomía.
Firmaron el pacto el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Unión de Centro Democrático (UCD), Partido Comunista de España (PCE), Alianza Popular (AP), Partido Socialista de Andalucía (PSA), Partido del Trabajo de Andalucía (PTA), Democracia Cristiana Andaluza (DCA), Izquierda Democrática (ID), Reforma Social Española (RSE), Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) y Acción Ciudadana Liberal (ACL).
Actualmente se expone el Pacto de Antequera en el Museo de la Ciudad de Antequera.