La liquidación del presupuesto de 2021 arroja un remanente de tesorería de 22,9 millones, uno más que en 2020. El Gobierno presenta también una propuesta de modificación de crédito de casi 6 millones para cubrir diferentes inversiones y gastos en 2022.
El Gobierno local ha dado cuenta hoy de la liquidación del presupuesto municipal de 2021, que ha arrojado un remanente de tesorería de 22,9 millones, uno más que el registrado en 2020. La actual legislación permite considerar como superávit 15,7 millones de los 22,9 de remanente. Con el superávit obtenido el Gobierno local podrá cubrir la financiación de diferentes partidas del presupuesto municipal de 2022. En un punto aparte del orden del día del Pleno, el Ejecutivo ha planteado ya una modificación presupuestaria de 5,3 millones para cubrir diferentes inversiones y gastos en 2022.
La liquidación presupuestaria arroja también otros datos relevantes, entre ellos el nivel de ejecución presupuestaria, que se sitúa en un 83,3%; los ingresos realmente obtenidos, que suponen un 106% de los presupuestados; o el nivel de endeudamiento municipal con entidades bancarias, que se reduce hasta los 7,9 millones. Este último dato supone una reducción de la deuda de más de un 70% respecto a los 13,5 millones que figuraban en la liquidación de 2020.
El debate sobre la liquidación presupuestaria (que no era, lógicamente, un punto sometido a votación, ya que es un informe del Gobierno) ha registrado una valoración negativa de la oposición, que ha considerado los datos ofrecidos por el Ejecutivo como una muestra de mala previsión presupuestaria.
Así, el dato de la superación de la previsión de ingresos en un 6% ha sido considerada como una incapacidad para prever éstos de forma adecuada. De igual manera, se ha considerado inaceptable que la ejecución presupuestaria haya sido de un 83,3%, algo a lo que el Alcalde, Pedro del Cura, ha respondido invitando a «comparar el dato con los de otros municipios de la región». En la Comunidad de Madrid, según datos del ministerio de Hacienda, las obligaciones reconocidas netas (gasto realizado o comprometido) del conjunto de entidades locales estuvo en el cuarto trimestre de 2021 en 8.292 millones de euros, un 77,45% de los créditos definitivos netos para cubrir las partidas prespuestadas de gastos, que ascendieron a 10.705 millones.
El superávit, el remanente y la ley
Mucha confusión se produjo en el punto en el que el Gobierno local sometía a votación del Pleno la aprobación de una modificación presupuestaria de 5,3 millones para cubrir la financiación de distintas partidas del presupuesto de 2022. Esta cantidad estaría destinada a financiar la ejecución de partidas que incluyen cuestiones como los presupuestos participativos, estudios y trabajos técnicos para diferentes obras, innovación tecnológica, mejoras en centros educativos, 175.000 euros para el nuevo centro de educación infantil municipal en barrio La Luna ubicado en el Hipathia, movilidad, o la instalación de bancos en parques y jardines.
Obviamente, el punto tenía mucha relación con el informe de la liquidación presupuestaria, ya que los 5,3 millones que se pedía incorporar a las cuentas de 2022 son una parte del superávit de 15,7 millones informado anteriormente. Esta última cifra es la que el ministerio de Hacienda permite utilizar, del total de 22,9 millones de remanente acumulados, para financiar partidas presupuestarias que tengan relación con inversiones, gastos corrientes (salarios) o las llamadas operaciones no financieras. Y, a su vez, de esos 15,7 millones el Gobierno local proponía en este Pleno utilizar 5,3 millones.
El monto del remanente de tesorería no es conocido antes de que los técnicos municipales recojan todos los datos contables. Una vez que se ha conocido (mediante el informe de liquidación presupuestaria presentado hoy) y se ha comunicado al Gobierno central, éste calcula y autoriza qué parte de ese remanente puede considerar el Ayuntamiento como superávit y, en calidad de tal, puede destinarlo a financiar la ejecución de partidas presupuestarias del tipo antes mencionado. La suspensión, durante los años 2020, 2021 y 2022, de ciertas limitaciones de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (LOEPSF, la conocida como ‘Ley Montoro’) es la que permite este uso de superávit para financiar inversiones y gasto corriente. Sin esa salvedad, las inversiones de los ayuntamientos que tienen endeudamiento con los bancos sólo podían ser cubiertas mediante la venta de suelo municipal.
El ponente de la propuesta, el concejal de Hacienda, José Manuel Castro, ha explicado que el nombre de «modificación presupuestaria» que llevaba este punto del orden del día no debía inducir a error, ya que «no se trata de modificar el presupuesto aprobado recientemente», salvo en unas pocas partidas que no sumaban más de 78.000 euros, sino de incorporar parte del superávit a la financiación de las partidas presupuestadas para 2022.
Sin embargo, la oposición en su conjunto ha valorado, una vez más, que se trataba de hacer cambios en el presupuesto municipal, poco después de haberlo aprobado. Además, ha habido amplia coincidencia en recriminar al Gobierno local que con este remanente de tesorería no se baje el tipo de IBI, o que no se den más ayudas a autónomos y pequeños empresarios.
Finalmente las modificaciones presupuestarias han sido aprobadas por 19 votos a favor, 4 en contra y una abstención.