José María Calonge afirma que la presencia de su centro en la lista de concertados aparecida en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid del día 13, así como en la de concertados bilingües en el ámbito regional aparecida el pasado 11 de agosto, «responden a la impugnación presentada en el mes de julio por el Ayuntamiento de Rivas». El director del centro católico entiende que la «oposición formal y la obstrucción administrativa» que está llevando a cabo el Consistorio ripense, puede «constituir prueba de delito de prevaricación».
El director del Colegio católico Santa Mónica, José María Calonge, hizo público ayer un comunicado en el que recoge las declaraciones realizadas a Europa Press por la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar. La consejera declaró el pasado martes que espera que el Ayuntamiento de Rivas «cumpla los trámites que faltan y que de él dependen» para la apertura del Santa Mónica, «conforme a la legalidad, puesto que lo contrario sería una auténtica prevaricación que tendría consecuencias judiciales».
En el mismo sentido se expresa Calonge cuando recuerda que «Las diversas declaraciones contra el nuevo centro que han protagonizado diversas personas a lo largo de los últimos meses, todas ellas recogidas en internet, son la mejor prueba de la oposición formal y la obstrucción administrativa que están orquestando y que puede constituir prueba de delito de prevaricación». Calonge entiende también que la inclusión de su centro en la lista de colegios concertados para el curso 2014-2015, aparecida en el Boletín Oficial de la Comunidad del pasado 13 de agosto, así como en la aparecida el martes 12 de agosto, relativa a colegios bilingües concertados de la Comunidad de Madrid, suponen la «respuesta a la impugnación presentada en el mes de julio por el Ayuntamiento de Rivas».
El responsable del centro, con capacidad para alrededor de 800 plazas y en el que se ha matriculado un centenar de alumnos en el último plazo de inscripción para el próximo curso, critica que «hablen de adoctrinamiento unas personas que están empeñadas en tener el monopolio de la educación en el municipio», en referencia a las acusaciones sobre el modelo educativo de su colegio, de orientación cercana al Opus Dei. Calonge menciona así mismo que «llama también la atención que otras personas nos llamen radicales y ultras cuando se dedican a promover actos de vandalismo contra las instalaciones de quienes piensan distinto que ellos». El pasado mes de julio, una manifestación convocada por la Plataforma por la Enseñanza Pública de Rivas finalizó ante el terreno, aún vacío, en el que se supone que se construirá el colegio Santa Mónica. Los manifestantes portaban carteles contra la construcción del centro, varios de los cuales dejaron prendidos en la alambrada que delimita el terreno.
El comunicado finaliza deseando que «la apertura, pluralidad y tolerancia que siempre ha caracterizado a la izquierda de este país empiece a manifestarse en esas personas» y aseverando que «Saben perfectamente que la parcela reúne todas las condiciones, que el proyecto presentado es perfectamente válido y que el concierto es perfectamente legítimo. Solo falta que quienes gobiernan lo hagan para todos y no solo para quienes piensan como ellos».
