El equipo masculino del CD Covibar que el pasado mes de mayo se ganó el ascenso a Liga EBA ha conseguido despejar sus dudas financieras e inscribirse, con el nombre oficial de CD Covibar Rivas, en la próxima temporada de la competición, que dará comienzo el 30 de septiembre en lugar del día 15 como estaba previsto. El primer partido, en Magariños contra Estudiantes, se jugará ese mismo día a las 12:15 de la mañana.
Alberto Rubio, entrenador del equipo y responsable de la sección de baloncesto del CD Covibar, ha declarado esta misma tarde a RIVAS ACTUAL que «la reducción de equipos y la supresión de un grupo de la competición ha provocado que la Federación haya juntado a equipos de distintas zonas, lo que va a repercutir en un aumento del nivel técnico de los grupos». La reducción del número de equipos se debe a la crisis económica que ha obligado a varios clubes a renunciar a su plaza, sin que pudieran cubrirse las vacantes.
El Grupo B de EBA, en el que ha quedado encuadrado el equipo ripense, reúne, por ejemplo, a equipos de la zona Centro y Canarias con otros de Levante. Algunes clubes han podido mantener la categoría después de haber descendido, como es el caso del Estudiantes, gracias a la renuncia de alguno de los ascendidos. Los estudiantiles serán precisamente el primer rival del Covibar.
Un grupo complicado
El Grupo B lo componen CB San Isidro, Basket Globalcaja Quintanar, Universidad Politécnica Valencia, Gandía Básquet, Fundación Caja Rural Albacete Basket, Real Madrid, Santa Cruz de la Palma, CD Covibar Rivas, UCAM Murcia, Euroconsult Alcobendas, Eurocolegio Casvi, Alza Basket Azuqueca, Real Canoe NC, CC Meridiano Santa Cruz y Asefa Estudiantes.
El ‘coco’ del grupo, al menos a priori, será el Gandía, pero es obvio que algunos equipos levantinos y canarios, además del Real Madrid, acabarán teniendo un peso decisivo en la clasificación (ver calendario completo del Grupo B de EBA)
La incógnita de las plantillas
A estas alturas, ninguno de los clubes conoce detalladamente las plantillas de los demás. Rubio ya sabe que la mayoría de quienes estuvieron en su equipo hasta la pasada temporada y que lo llevaron a Liga EBA, no estará en la próxima. «Se trata de los más veteranos, que en muchos casos, ante la perspectiva de un ritmo fuerte de entrenamientos, con cuatro días semanales, han desistido de continuar en el equipo». El técnico cree que «es un momento perfecto para colgar las botas, ya que el ascenso conseguido es el mejor recuerdo de su carrera».
Tan sólo Miguel Zamora, Jorge Aguado, Pablo Giménez y Tristán Domecq permanecen de la temporada pasada. Otros dos recién fichados, Javier Carpio y Carlos Cantero, estuvieron en el equipo en las temporadas 2009-2010 y 2010-2011 y son recuperados ahora para jugar en sus respectivos puestos de base y escolta. Hasta la fecha, la plantilla se completa con Pablo Mariñán, un 4 que puede jugar de 3; Javier Mulas, que proviene del Torrejón y que se adapta más al perfil de un 4 puro; y David Ajero, un ripense que juega de 5, a pesar de no tener una estatura excesiva. En la cabeza de Rubio hay algunos nombres más, que no quiere revelar por el momento y que deberían reforzar los puestos de base, escolta y pivot.
Apuesta por la seriedad
El entrenador del Covibar, que en esta temporada exhibirá el nombre de Covibar Rivas, asegura que ha hecho «una apuesta por mantener criterios de seriedad en el planteamiento de la temporada». Rubio explica que ha tenido que prescindir de fichajes «quizás más sonados dentro de la categoría», a cambio de mantener la exigencia de entrenamientos cuatro días por semana. En Liga EBA es relativamente frecuente encontrar jugadores procedentes de categorías superiores que en la fase final de su carrera pueden aportar experiencia, pero a cambio no es extraño que tengan «menos predisposición a aceptar ese ritmo de entrenamientos».
Por el contrario, la plantilla que está conformando Alberto Rubio tiene el sello distintivo de la seriedad y de la juventud. El ritmo de entrenamiento que impondrá a los jugadores busca conformar lo más rápido posible un conjunto capaz de enfrentarse a un grupo duro, con el objetivo declarado de «mantener la categoría a final de temporada». «Si además podemos escalar unos peldaños en la clasificación, será un logro adicional», añade.
Para empezar, el Estu
El primer partido lo jugará el Covibar Rivas el 30 de septiembre, domingo, a las 12:15 contra el Estudiantes, en el Magariños. La plantilla estudiantil es una desconocida para Rubio, aunque el entrenador ripense baraja la posibilidad de que, a diferencia de otros años, en la próxima temporada su rival sólo pueda contar con jugadores de su propia cantera en categoría junior, ya que «los de fuera que otras veces ha podido fichar el Estudiantes, es posible que este año no pueda traerlos por las estrecheces económicas que también a ellos les afectarán».
El comienzo de Liga deparará al Covibar Rivas un calendario inicial en el que, tras el partido de Magariños, recibirá a un clásico de la categoría, el UCAM Murcia, en el Cerro del Telégrafo (el 6 de octubre, a las 19:30) para, a continuación, desplazarse a Alcobendas. El comienzo de Liga, por tanto, será tranquilo en lo que a desplazamientos se refiere, un factor que probablemente le venga bastante bien a una plantilla que necesariamente tendrá que continuar en esos partidos la labor de hacer grupo que Rubio comenzará el 27 de agosto, fecha prevista para el comienzo de los entrenamientos.