El Casco Antiguo cumple 64 años

Este año se cumple 64 años de la inauguración del pueblo de Rivas Vaciamadrid, y como todos los años se celebrará con una fiesta con actividades para mayores y pequeños y donde no faltará la tradicional tarta. Serán los días 21 y 22 de julio.

Fue en 1979 cuando, recién estrenada la democracia y cuando se cumplían 20 de la inauguración del pueblo de Rivas Vaciamadrid, cuya reconstrucción tras la Guerra Civil se prolongó en el tiempo y concluyó el 23 de julio de 1959, se festejó por todo lo alto con caldereta, limonada, merienda comunitaria y juegos.

Comenzó así la la tradición celebrar el aniversario de su inauguración, y desde entonces, cada año, vecinas y vecinos de todo el municipio se suman a los festejos que recuerdan cómo empezó a despegar esta ciudad que ya ha rebasado los 100.000 habitantes este 2023.

“Era una gran fiesta, y trabajamos mucho para ello. Hacíamos juegos en la piscina, y luego ya comenzamos con la fiesta de la espuma”, detalla Juanjo Castell, vecino veterano y uno de los impulsores de esta celebración.

PROGRAMA:

VIERNES 21 JULIO

• 18:00. Fiesta de agua. Canchas deportivas de la Casa de Asociaciones del Casco Antiguo.
• 21:00. Discoteca y juegos para adultos. Plaza de la Libertad
• 22:00. Pregón. Plaza de la Libertad.
• 2300. Limonada. Plaza de la Libertad.

SÁBADO 22 JULIO

• 19:00. Fiesta de la espuma. Canchas deportivas de la Casa de Asociaciones del Casco Antiguo.
• 21:30. Cena Comunitaria. Plaza de la Libertad.
• 22:30. Orquesta y baile. Plaza de la Libertad.
• 24:00. Tarta 64 aniversario. Plaza de la Libertad.
• 00:30 del 23 de julio. Orquesta y baile. Plaza de la Libertad.
• 02:00 del 23 de julio. Fin de fiesta.

La celebración está organiza la Concejalía de Participación Ciudadana y Barrios del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid en colaboración con la Asociación Vecinal de Amigos de Vaciamadrid.

La fundación de un nuevo pueblo

Fue el 23 de julio de 1959 cuando se inauguró oficialmente el pueblo de Rivas Vaciamadrid, un nuevo emplazamiento urbano que sustituía al antiguo, devastado por la guerra civil, y que contaba con 88 viviendas, una central telefónica, la casa del médico, un grupo escolar donde la infancia podía estudiar, un ayuntamiento y una parroquia (la iglesia de San Marcos), en cuyo campanario empezaron a anidar las cigüeñas.