Primer viaje del equipo en Liga Femenina en el 2014. Vamos a pasar frío en tierras leonesas, pues jugamos contra Bembibre, dirigido por Antonio Barros, entrenador que llevó este proyecto desde Liga 2 a la máxima categoría.
Bembibre es un club modesto, en el que todos los éxitos logrados están basados en trabajar, trabajar y trabajar. Nadie les ha regalado nada y sus presupuestos se estiman del todo modestos. Me alegro que hayan llegado lejos.
Se quedaron sin opciones de entrar en la Copa de la Reina antes de la última jornada de la primera vuelta, por lo cual entiendo que ahora su objetivo debe ser salvar el descenso y a partir de ahí seguir mirando hacia adelante y llegar tan lejos como puedan.
Al contrario que nuestro último rival, Bembibre no ha hecho cambios en su plantilla, apuestan por la continuidad y confían en ellas. Son las que están y están las que son, y parece que irán juntas hasta el final.
Sus jugadoras destacadas son Rosó Buch, su máxima anotadora, y Melisa Dennett, su americana puntera. Hay que prestar especial atención a Ana Gómez, canterana del desaparecido Ros Casares, y a la eterna Rita Montenegro, que año tras año sigue haciendo fantásticas temporadas en Liga Femenina.
El partido de ida fue fácil para Rivas, con un tanteo final de 73 a 40. Por su parte destacaron una muy completa Montenegro y la letona Dita Liepkalne. Vamos a recordar que sólo la estadounidense Dnini Madu nos cogió 10 rebotes. Esto hay que mejorarlo, nuestro juego interior no es precisamente largo.
Mucha suerte a Rivas, tenemos que ganar este partido. Y buen viaje a todos los aficionados que se acerquen a León…que nos traigan un poco de cecina.