Se trata de pulseras con forma de reloj inteligente que las personas seleccionadas por Servicios Sociales podrán llevar para que sus familiares puedan saber si han salido de un área previamente fijada como su zona de recorridos habituales.
Ayer se entregaron las primeras pulseras de localización que el Ayuntamiento ha puesto en funcionamiento como un nuevo servicio para personas con algún tipo de dependencia, bien sea por razón de edad o de algún tipo de dolencia o discapacidad, más específicamente personas con deterioro cognitivo o enfermedades cerebro-vasculares que puedan implicar pérdidas de orientación.
Se trata de pulseras con forma de reloj que están conectadas inalámbricamente a la red de telecomunicaciones interna del Ayuntamiento, y que permiten, gracias a ello, ubicar a la persona portadora de la misma siempre que se encuentre en el término municipal de Rivas.
Cómo funciona
La concejala de Bienestar Social y Mayores, Marisa Pérez, explicó ayer, en la presentación y entrega simbólica de las primeras pulseras, que éstas emiten una señal cada dos minutos y el sistema de telecomunicaciones interno la recoge, la sitúa en el mapa de Rivas y emite un aviso si la persona usuaria ha salido del radio marcado por ella misma o sus familiares. Este radio puede elegirse, por el momento, entre cuatro posibilidades: cada uno de los tres barrios administrativos en que el Ayuntamiento divide a Rivas (Oeste, Centro y Este) o la totalidad del área urbana de la ciudad.
La señal es recibida por los servicios de la concejalía de Innovación y Modernización, que envía, mediante un correo electrónico, los avisos correspondientes tanto a la concejalía de Bienestar Social como a la o las personas de la familia del usuario que hayan sido designadas como tutoras del mismo. Estas últimas dispondrán de una ‘app’ (aplicación para teléfono móvil) mediante la cual podrán conectarse al sistema y ver en qué momento ha salido el usuario del perímetro señalado como de recorrido habitual. También podrán ver el punto por el que ha salido de dicho perímetro, lo que facilitaría prever la dirección que ha podido seguir, cuando el portador de la pulsera se halle fuera de los límites del municipio que quedan recogidos en el mapa del sistema. Hay que tener en cuenta que este último recoge las zonas urbanas, de manera que no muestra zonas del municipio no urbanas como, por ejemplo, los Cortados.
Una vez enviados estos avisos a la concejalía y a los tutores, estas dos partes se ponen en contacto entre sí para valorar si la salida del perímetro puede constituir un riesgo. Si así fuera, avisarían a Policía Local, que también dispone de la localización por este sistema, y, una vez que lo hayan pedido, actuará desplazándose hasta la última ubicación mostrada.
Los datos relevantes de la persona portadora de la pulsera figurarán en un fichero protegido, que será accesible mediante un código QR que la pulsera incorpora. Este código, al ser escaneado, lleva a una página web para entrar en la cual es necesario disponer de una contraseña que sólo Policía Local tiene en su poder.
Localización, pero no geolocalización
Según explicaron tanto Luis Altares, concejal de Innovación y Modernización, como el técnico de esa concejalía que explicó el funcionamiento de las pulseras, el sistema ha estado probándose en la propia concejalía y por sus medios durante varios meses, con el fin de detectar posibles lagunas o funcionamientos incorrectos.
Entre las características importantes que los responsables municipales explicaron está la diferencia entre «un sistema de localización y otro de geolocalización». Este último permite , por ejemplo, una comunicación bidireccional entre el aparato emisor y el receptor, algo que la localización «simple» no permite.
Además, el sistema está concebido, como queda dicho, para funcionar gracias al sistema interno de telecomunicaciones del Ayuntamiento (sistema TETRA), lo cual excluye la posibilidad de establecer la comunicación propia de los servicios de telefonía y datos móviles que suministran las compañías comerciales de telefonía. A cambio, también supone que no hay un coste para los usuarios por posible consumo de datos.
Un servicio ampliable en el futuro
No obstante, Marisa Pérez explicó en que el sistema que se pone en funcionamiento ahora «está pensado para dar respuesta a las necesidades que hemos detectado como más relevantes en estos momentos». Ello no impediría, según insistió varias veces, que «en el futuro se pueda mejorar incorporando nuevas funcionalidades».
Las pulseras tienen el tamaño de un reloj inteligente y un peso muy ligero. Se entregan acompañadas de una base de carga, un cable cargador y un manual de uso. Según los técnicos municipales, la pulsera tiene un consumo mínimo de energía, lo que permitiría que pudiese funcionar «durante más de una semana» sin recargar su batería.
En el acto celebrado ayer se entregaron, de forma simbólica, las cinco primeras pulseras a familiares de personas usuarias de las mismas. La selección de estas últimas la hace la concejalía de Servicios Sociales, habiéndose designado hasta el momento a 40 usuarios que irán recibiendo sus aparatos «progresivamente», según Pérez. La concejalía ha realizado una primera adquisición de 105 pulseras.