A pesar de que la legislación vigente pone muchas cortapisas a las posibilidades presupuestarias, fuentes municipales aseguran que se trabaja para buscar la manera de que el presupuesto de 2018 cuente con una partida cuyo uso pueda ser decidido por la ciudadanía. Si bien no se trataría de un proceso puro de presupuesto participativo, «al menos intentaremos que los vecinos puedan poner su voz en el presupuesto».
Fuentes de la concejalía de Participación aseguran que trabajan para «intentar que en el presupuesto de 2018 exista una partida destinada a que la ciudadanía pueda decidir qué inversiones realizar de manera prioritaria en el próximo año [de 2018]». Las fuentes reconocen que «la partida será seguramente modesta» y «en ningún caso se aproximaría a lo que sí tenemos previsto dotar el año que viene, cuando llevemos a cabo el presupuesto de 2019».
El presupuesto participativo ha sido una de las medidas estrella que Rivas Puede incluyó en el acuerdo de gobierno firmado con Somos Rivas el pasado mes de mayo. Sin embargo, la fecha en que se produjo la incorporación al Gobierno ha hecho «inviable desarrollar un proceso de presupuesto participativo adecuado, que como mínimo durará entre seis y ocho meses«, según las fuentes consultadas. Éste sería el motivo por el que la partida que ahora pueda conseguirse no podría ser calificada como tal, aunque con ello se pretendería «dar testimonio de la voluntad de avanzar en el camino de ese presupuesto realmente participativo«.
La sesión que el Consejo de Ciudad celebrará el próximo 8 de noviembre podría ser el escenario en el que se desvele si el intento que se está realizando fructifica en una cantidad concreta sobre la que los vecinos puedan expresar sus preferencias de uso.
