Ecologistas piden «las cuentas claras» en la descontaminación de la ‘Laguna del Aceite’

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La 'Laguna del Aceite'
La 'laguna del aceite'
La ‘laguna del aceite’

El Gobierno regional ha anunciado que en el mes de noviembre se iniciará la descontaminación de la laguna del aceite, en Arganda del Rey. Las organizaciones ecologistas ARBA, Asociación Ecologista del Jarama «El Soto», GRAMA y Jarama Vivo piden «las cuentas claras». La Consejería de Medio Ambiente se ha negado reiteradamente a  facilitar el presupuesto del proyecto. Igualmente viene ignorando las solicitudes ecologistas y de la Oficina de la Defensora del Pueblo para crear un grupo de trabajo sobre la laguna.  Las organizaciones han solicitado al Consejero Borja Sarasola que les facilite el proyecto de descontaminación incluyendo el presupuesto y convoque el Consejo de Medio Ambiente.

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado una modificación del gasto destinado a la primera fase de la descontaminación de la laguna del aceite. El proyecto tiene un coste total de 14,5 millones de euros y la primera fase asciende a 9,6 millones de euros.  Hasta este momento no existía ninguna partida presupuestaria con este fin porque se pensaba costear con una subvención procedente de la Comisión Europea que finalmente no ha concedido. Por tanto, esta nueva partida se ha debido detraer de alguna otra, las organizaciones ecologistas quieren saber de dónde se ha producido el recorte presupuestario que ahora se pretende destinar a este proyecto.
Las organizaciones ecologistas ARBA, Asociación Ecologista del Jarama «El Soto», GRAMA y Jarama Vivo se quejan de la opacidad con la que se maneja el presupuesto de este proyecto. Nunca se ha justificado el coste, a pesar de haber sido solicitado expresamente por escrito, desde agosto de 2013 y reiterado en las alegaciones presentadas al Estudio de Impacto Ambiental (ESIA), en enero de 2014. El ESIA, a pesar de ser preceptivo, no incluía ni un solo dato sobre el presupuesto de la actuación.
La Consejería de Medio Ambiente nunca ha justificado cómo la actuación consistente básicamente en el bombeo del material contaminante, su transporte en camiones cisterna a cementeras para su incineración y la posterior restauración, pueda ascender a 14,5 millones de euros. Se trata de un presupuesto muy elevado que debe ser justificado. Los colectivos ecologistas temen que el presupuesto pueda estar sobredimensionado para favorecer a la empresa TRAGSA que sería la destinataria del dinero y que atraviesa una situación económica muy difícil. Por otro lado la Administración Regional sigue negándose a estudiar la existencia de otra “laguna” cercana, con los mismos componentes tóxicos pero solidificada, cuyos costes de descontaminación serían probablemente marginales respecto a los que se manejan. Una experiencia que debería ser estudiada para su posible aplicación (solidificación) en el caso de la laguna de GEDESMA.
Hay que recordar que no es la primera vez que se «infla» el presupuesto destinado a la restauración de la laguna. Ya en 2011, la empresa GEDESMA presentó un proyecto valorado en 20 millones de euros. Este proyecto fue desestimado tras las numerosas críticas ecologistas.
A esta situación hay que añadir que en 2009, la entonces Consejera de medio Ambiente, Ana Isabel Mariño, se comprometió a crear un grupo de trabajo dentro del Consejo de Medio Ambiente, en el que podrían estar las organizaciones ecologistas y demás interesados. Sin embargo, este grupo de trabajo nunca se ha constituido, a pesar de que las repetidas peticiones, incluida la de la  oficina de la Defensora del Pueblo, el pasado mes de julio.
Por todo ello, las organizaciones ecologistas ARBA, Asociación Ecologista del Jarama «El Soto», GRAMA y Jarama Vivo, piden al Consejero Borja Sarasola, «las cuentas claras». Han solicitado copia del proyecto de descontaminación incluyendo el presupuesto y exigen que convoque de una vez por todas el Consejo de Medio Ambiente, que no se reunión desde julio de 2010, para explicar lo que él mismo ha calificado como «la mayor restauración ambiental ejecutada en Europa».