Dos colegios de Rivas albergan las dos intervenciones artísticas ganadoras del XI del Concurso de Arte Urbano

2681
Intervención en el CEIP La Escuela

Los colegios públicos El Olivar y La Escuela albergarán en sus fachadas exteriores las dos intervenciones seleccionadas por el jurado para 2023.

Los colegios públicos El Olivar y La Escuela, ubicados ambos en el barrio de Covibar, serán los que se beneficien este año de sendas intervenciones artísticas presentadas al XI Concurso de Arte Urbano. La concejalía de Cultura ya ha seleccionado las dos intervenciones artísticas ganadoras para 2023, que se materilizan ya en ambos centros educativos. El certamen permite, además, la implicación de la comunidad educativa de los centros en el desarrollo de las obras. La Concejalía de Cultura concede 7.500 euros a cada proyecto.

Fachada del pabellón deportivo del CEIP La Escuela

‘Lánzala sin miedo’: colectivo Cachetejack (Valencia).

Sus creadoras dicen, sobre la obra que plasmarán, que «Creemos que la actividad física es vital en el proceso de desarrollo de la infancia, más allá de sus beneficios para la salud física. Hemos querido representar a una niña con una pelota de baloncesto en sus manos, que transmita, a través de su mirada fija (‘eye in the ball’) esa avidez y emoción, ese estar atenta y preparada».

«Una paleta de color vibrante es una seña de identidad de nuestro trabajo», añaden, «y en este caso queremos transmitir esa emoción y extenderla así desde fuera del mismo recinto, recibiendo a la gente y adelantando la acción». Y concluyen: «El proyecto funciona dualmente para el espectador: desde distancias medias y largas se construye todo el dibujo, de cerca toman relevancia los planos de colores y líneas que forman una composición más abstracta”.

Frontal del muro exterior del CEIP El Olivar

Intervención en el CEIP El Olivar (Foto Ayto Rivas)

‘El recreo’, de Pablo S. Herrero y David de la Mano (Salamanca).

En palabras de sus autores: “Se dibujará un bosque en varios tonos próximos en la escala cromática. Sobre este, se dibujará la carrera de un gato, a modo de las capturas de imágenes en movimiento. La pieza se repetirá a lo largo del muro cambiando de color, de forma que la pieza final sea una imagen fija de muchos gatitos saliendo al recreo y, a su vez, una imagen en movimiento capturando una a una las imágenes de cada gato».

Explican también que «Tanto el interior de los felinos como el bosque exterior podrán intervenirse en fases posteriores por las niñas y niños del colegio. Caben múltiples actividades con un fondo mural preparado para añadir elementos (hojas, pájaros, otros animales, palabras y frases, réplicas de los dibujos) o borrar partes del mural para desarrollar otras narrativas”.