Rivas Actual entrevistó recientemente a Raúl Alelú-Paz, un psicólogo clínico afincado en Rivas con un largo historial académico y profesional. Es profesor en varias universidades y le avalan las carreras de psicología, medicina, física o biología, pero desde hace meses se ha lanzado también al mundo del emprendimiento. Ha lanzado varias ‘start up’ y muy recientemente una muy concreta que llama la atención por dos cosas: el uso de la inteligencia artificial más avanzada y, gracias a ella, el lanzamiento de una aplicación para móvil que probablemente revolucionará el mundo de la psicología clínica.

Raúl Alelú-Paz es, en muchos sentidos, eso que antes se llamaba un humanista. Lo avala lo que dice de sí mismo en la web de la fundación Canis Majoris, de la que ha sido CEO: «Hasta donde alcanzan mis recuerdos, siempre he querido dedicarme a descubrir cosas y a ayudar a las personas que, por circunstancias de la vida, no han tenido las mismas oportunidades que yo». Y a esa motivación responde el impresionante curriculum que despliega en una red social. Es o ha sido profesor en varias universidades, entre ellas la UAM y la Francisco de Vitoria, y realiza trabajos de investigación y docencia en centros universitarios de Parma y Nueva York.

Raúl Alelú-Paz

En plena pandemia ha trabajado en la investigación relacionada con una vacuna contra el COVID-19 y fue preseleccionado por el Gobierno nacional para formar parte de aquel comité de expertos que asesoró sobre cómo afrontarla. No se limita a eso su actividad: ha publicado varios libros de muy diferentes temáticas, desde cuentos infantiles hasta novelas, pasando por ensayos.

Y, por si fuera poco, desde hace meses está volcado en una frenética actividad en torno al lanzamiento de varias ‘start up’. La última (por el momento) está dedicada a la creación de una aplicación para móvil que probablemente revolucionará el mundo de la psicología clínica, al menos en lo que a los pacientes se refiere. La aplicación se llama Brain y puede descargarse de la tienda de Android, aunque en muy breve plazo también podrá instalarse en la de Apple.

Un informe que suele costar 500 euros, por sólo veinte

Una vista de uno de los personajes creados mediante IA que aparecen como interlocutores en la app

Brain utiliza «la más avanzada inteligencia artificial» (IA), explica Alelú-Paz, para que los usuarios puedan hacerse un test relacionado con posibles problemas de comportamiento o emocionales. Una vez respondidas las preguntas del test (que están avaladas por el Colegio Oficial de Psicólogos), el usuario obtiene un informe con validez médica legal. Ese informe le va a costar 20 euros y lo obtiene en un tiempo de alrededor de veinte minutos. El mismo informe realizado por una o un psicólogo, de forma presencial y en su clínica, puede costar una sesión completa de varias horas y entre 500 y 700 euros, dependiendo del sistema al que acuda la persona interesada.

Cuenta Alelú-Paz, en la entrevista que Rivas Actual le hizo en Rivas recientemente y que ofrecemos íntegra aquí, que esa versión de la IA, basada en el famoso ChatGPT, es tan novedosa que Microsoft, de quien depende la empresa desarrolladora de esta IA, aún no la ha probado oficialmente. Brain se ha adelantado varios meses a Microsoft.

Y cuenta otra cosa también: para construir la aplicación Brain han tenido muy en cuenta algo que, cada vez más, alarma a la gente: el uso de los datos personales que, necesariamente, deben facilitar los usuarios para poder disponer del informe que facilita la aplicación. «No sólo no hacemos uso de esos datos, sino que ni siquiera los conservamos». La app los solicita, el usuario los proporciona, la aplicación los incluye en el informe… y los borra de su base de datos.

«Quienes hemos lanzado esta ‘start up’ teníamos muy claro que no pretendíamos hacer negocio con el comercio de datos personales», explica Raúl Alelú-Paz. «Lo único que queremos es ayudar a mucha gente para la que se vuelve imposible pagar las cantidades que se piden por un informe igual de válido que el que Brain proporciona».

Pues les dejamos aquí con la entrevista, porque a todo lo dicho acerca de Raúl hay que añadir que es un excelente comunicador. Seguro que escuchar sus comentarios será mucho mejor que leer la transcripción de los mismos.