Los organizadores permitían la entrada a la fiesta hasta justo antes de comenzar el toque de queda y los participantes salían de la casa a partir de las 6 de la mañana. Guardia Civil investiga si se estaban cobrando la entrada y la consumición de bebidas.
Treinta y seis personas, todas ellas jóvenes, fueron denunciadas por la Policía Local la noche del viernes al sábado pasados, por organizar una fiesta ilegal en un chalet en la calle Jazmín, en Rivas. La fiesta fue suspendida por los agentes y desalojados los participantes en ella.
Los organizadores permitían la entrada en la fiesta justo hasta el comienzo del toque de queda, a las doce de la noche, y quienes entraban no salían de ella hasta después de las seis de la mañana del día siguiente.
La Guardia Civil investiga si, tal como señalan los indicios, se cobraba la entrada a la fiesta y, una vez dentro, también se percibía un precio por las bebidas, en cuyo caso, además de la denuncia por organización ilegal de reuniones de este tipo, pesaría sobre los responsables el de establecimiento de un negocio sin licencia.