Se impuso el pasado sábado (71-73) al Universidad de Valencia en un disputado partido en el que las mayores diferencias en el marcador las obtuvo Covibar, aunque por dos ocasiones las desperdició y permitió la recuperación ché. Tras la victoria, los ripenses acumulan la misma cantidad de partidos ganados que perdidos, cinco, aunque tienen un partido menos que sus rivales.
En un grupo tan poco predecible como el que acoge al Covibar Rivas en Liga EBA, ganar los partidos contra aquellos que se supone serán los rivales a la hora de evitar el descenso a final de temporada tiene un valor mayor que el de los simples puntos. Como dicen los entrenadores al hablar de la anotación de sus jugadores, se trata de puntos de calidad. Los conseguidos contra el Universidad de Valencia el pasado sábado lo son, y mucho, para el Covibar Rivas, porque el equipo ché es uno de los que, se supone, van a estar en esa pomada. Otros equipos que pueden formar parte de esa lucha por evitar el descenso serían (con petición de disculpas de antemano por la presunción) Azuqueca, Albacete, Murcia, Santa Cruz de la Palma e incluso Gandía, que junto con los mencionados Universidad de Valencia y Covibar Rivas formarían un grupo de seis o siete equipos que deben vigilarse mucho mutuamente.
Pero es que, aparte de esa «segunda Liga», las diferencias entre la mayoría de los equipos son mínimas, con ya cerca de completarse la primera vuelta. No hay más que echar un vistazo a la clasificación tras esta décimo cuarta jornada para ver que, con la excepción del Canoe, el resto ha ido perdiendo partidos contra equipos supuestamente inferiores. Fue el caso de Alcobendas, a quien se impuso Rivas en el feudo de los norteños hace algo más de un mes, o el del propio Canoe, a quien ha ganado este fin de semana otro equipo, aunque también de campanillas, como Casvi. Y a su vez, éste último tiene tres derrotas en su haber. Real Madrid, que marcha en segunda posición, acaba de perder con Albacete (un equipo que sólo ha podido pasar a la mitad alta de la tabla por esa victoria, precisamente); y Alcobendas, uno de los tres «cocos» de la Liga, perdió el sábado contra San isidro, un equipo también de mitad de la tabla. En definitiva, que entre el segundo y el antepenúltimo, hay tan sólo dos partidos perdidos de diferencia. ¿Quién da más?
Covibar Rivas, con dos partidos jugados menos que los que más llevan, y con uno menos que la mayoría, está ocupando una posición envidiable que muy pocos se hubieran atrevido a soñar a comienzo de la temporada. Si consigue solventar favorablemente sus partidos contra esos conjuntos con los que competirá por mantener la categoría, la ventaja se la dará el hecho de haberse impuesto a dos equipos (Alcobendas y Meridiano Santa Cruz) de los que se supone que ganarán a los rivales de Covibar.
Guille de la Puente emerge con fuerza
En el partido del sábado contra Universidad de Valencia, Covibar Rivas comenzó a disfrutar a pleno rendimiento de su más reciente fichaje, una joya llamada Guillermo de la Puente que parece dispuesto a solucionar en gran medida lo que ha venido siendo un talón de Aquiles de los ripenses, como es el juego interior.
Hasta el momento, sólo David Ajero estaba pudiendo hacer el trabajo de auténtico cinco para su equipo, con la imprescindible ayuda de Mariñán y Mulas a falta de pivots más puros. Un trabajo extenuante para un cinco como el veterano Ajero, que con sus 1,95 solamente, se veía obligado a bregar con pivots de bastante más envergadura partido tras partido. La ligereza de sus pies y los recursos de la experiencia le han permitido lidiar con sus rivales con bastante soltura, pero ha estado demasiado solo y el equipo sabía que siempre jugaba al límite de la insuficiencia en esa zona.
Con De la Puente el problema no puede decirse que se solucione al cien por cien (eso sólo lo conseguiría un buen pivot de más de dos metros), pero, por lo visto en Valencia, puede aportar kucho. Él solito hizo 8 rebotes y 19 puntos, la mayor parte de ellos desde la pintura, aunque el jugador tiene recursos también en el tiro exterior. Acabó con una valoración de 26, sólo tres puntos menos que el MVP del partido, el valenciano Sergio Vidal.
Covibar consiguió las mayores ventajas del partido, de hasta diez puntos en dos ocasiones, pero una pérdida de concentración hizo que en ambos casos se esfumaran tan suculentas diferencias. Al final del partido se llegó, una vez más, en un pañuelo, sólo que esta vez fue Rivas quien acertó con la última canasta en el último momento.