Los de Rivas cayeron ayer, sábado (64-73) ante un Real Club Náutico Tenerife dotado con torres como Orlov, Niang y Thiam que anularon casi totalmente el juego interior de los ripenses. Extraordinario partido del base isleño, Ayoze Alonso, decisivo en la victoria de su equipo con 24 puntos y MVP con 26 de valoración. Covibar volvió a un juego más de conjunto y consiguió mandar en el marcador hasta el minuto tres del tercer cuarto, en que una técnica al banquillo ripense permitió a Tenerife adelantare en el marcador por primera vez en el partido.
Muy solvente fue el juego de Covibar Rivas ayer, sábado, en su partido frente al líder del grupo, Real Club Náutico Tenerife, en el Cerro del Telégrafo. Los locales partían claramente como víctimas, dado el potencial del equipo insular y su acreditada capacidad anotadora. Y fue precisamente ésta la que el equipo dirigido por Alberto Rubio consiguió frenar en buena medida durante toda la primera mitad, en la que, a pesar de la enorme ventaja de la estatura y la envergadura de sus tres torres, Orlov, Niang y Thiam, los de Rivas consiguieron plantear una defensa que dejó casi exclusivamente en manos del base isleño, Ayoze Alonso, la posibilidad de anotar para su equipo.
El problema fue que el 8 de Tenerife cuajó un partido excepcional, con 24 puntos anotados al final del encuentro, a pesar de la pequeña lesión que se produjo fortuitamente en un tobillo, ya avanzado el último cuarto. Alonso llevó a su equipo en volandas y fue casi el único en encontrar, gracias a su gran movilidad y esfuerzo, las posiciones de tiro. La inspiración y la buena forma de su muñeca hicieron el resto.
Los dos primeros cuartos fueron de dominio local en el marcador, aunque con diferencias cortas que no llegaron a superar los siete puntos. Al finalizar el primer cuarto el marcador registraba un 17-16, que Covibar consiguió ampliar levemente al final del segundo, con un parcial de 15-14 que le permitía irse al vestuario con dos puntos de ventaja (32-30).
En la segunda mitad Covibar Rivas siguió jugando a lo que sabe cuando no pierde la cabeza, que es jugar en equipo, mover el balón y buscar tiros para Soto, Carpio, Arcauz o Giménez. El otro tirador, Javi González, no pudo ser ayer de la partida por culpa de un golpe recibido en el último entrenamiento antes del partido, que le apartó del encuentro. Las cosas marchaban con la misma tónica en el luminoso hasta que, alrededor del minuto tres del tercer cuarto, una técnica extremadamente rigurosa, aunque ya anunciada, al banquillo ripense (por levantarse los jugadores del asiento) dio a Ayoze Alonso la posibilidad de lanzar cinco veces seguidas desde la línea de tiros libres, ya que la técnica había estado precedida de una personal (también muy rigurosa) pitada a Mulas ante el tiro de tres de Alonso. Éste anotó los cinco tiros, poniendo por primera vez a su equipo por delante en el marcador.
Esa jugada, sin ser nada extraña en baloncesto, cambió el signo del encuentro. Los de Alberto Rubio se desconcentraron claramente y, por el contrario, Tenerife se vino arriba. Lucena, el técnico canario, volvió a dar entrada a Orlov, que intimidó a los ripenses con su estatura y corpulencia y prácticamente anuló las posibilidades (de por sí, pocas) de juego interior. Tan sólo ocasionalmente David Ajero logró anotar alguna canasta bajo el aro. El resto del cuarto, así como el último periodo, fue un lento pero constante alejarse de Tenerife en el marcador. Con todo, Covibar tuvo un par de ocasiones a su disposición, tras buenas jugadas de contrataque, en las que pudo ponerse a dos puntos del rival e inaugurar, así, un partido nuevo. En una de ellas, quizás la más crucial por el momento en que se produjo (a poco más de un minuto para el final del partido), Carpio se llevó a toda la defensa rival casi hasta el aro y sacó un balón perfecto para Javi Soto, que por una vez consiguió una posición cómoda de tiro desde los 6,75. Desgraciadamente para el equipo ripense, la muñeca le falló y el balón fue al hierro.
Con este resultado Covibar Rivas desciende al puesto doce de la clasificación, una zona peligrosa que el conjunto ripense tendrá que esforzarse mucho para abandonar. El próximo partido de Covibar Rivas se disputará dentro de dos fines de semana (29 de noviembre, Cerro del Telégrafo, 19:30 horas) contra Eurocolegio Casvi, al haberse aplazado al 20 de diciembre el choque contra Alza Basket Azuqueca, por imposibilidad de este equipo de jugarlo en su fecha prevista el próximo fin de semana.