Covibar Rivas perdió ayer tarde (50-65) su partido de Liga EBA contra el Real Madrid, líder del grupo B de la competición. Los de Alberto Rubio cuajaron un excelente partido hasta el descanso, llegando al mismo con una ligera ventaja en el marcador. Los blancos iniciaron el tercer cuarto con una presión en todo el campo que no abandonaron durante el resto del partido y que forzó múltiples pérdidas de balón de los ripenses, lo que a la postre costó la segunda derrota en casa de Covibar.
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Muy buena primera mitad hicieron los de Alberto Rubio en su partido de ayer contra Real Madrid. A pesar de las escapadas de los madridistas en varios momentos (que llegaron a ser de hasta ocho puntos), los de Rivas hicieron gala de la entereza que les caracteriza y, sin perderle la cara al partido, supieron remontar hasta llegar al descanso con una ligera pero esperanzadora ventaja de cuatro puntos (32-28). En esos dos primeros cuartos se vio a un Real Madrid con enorme poderío físico, tal como se esperaba, y con un gran acierto en el tiro exterior, tanto de dos como de tres puntos. Covibar sufrió para jugar en la pintura (tal como también preveía su entrenador), pero consiguió mantener las distancias gracias al tiro exterior.
Sin embargo, la segunda mitad tendría un desarrollo totalmente distinto. El Real Madrid salió a la cancha dispuesto a subir el nivel defensivo y panteó una presión en toda la cancha que duró prácticamente desde el primer minuto del tercer cuarto hasta el final del partido. Ahí fue donde los blancos más partido sacaron de su superioridad física. Es esa tesitura cuando más cuenta el tipo de arbitraje que hay en un partido. Los árbitros Alejandro Juárez y Sergio de la Iglesia entendieron de manera bastante laxa la máxima de que el baloncesto es un deporte de contacto y permitieron defensas muy intensas con manos y cuerpo sobre quien subía el balón, sin pitar apenas faltas. A eso hay que añadir, y con categoría de elemento principal, las pérdidas de balón que los ripenses tuvieron. La presión defensiva explica una parte de esas pérdidas, pero no todas.
Estos dos elementos explican las múltiples ocasiones en que los de Alberto Rubio consumieron sus veinticuatro segundos sin poder tirar, o la decena de canasta fáciles tras robo de balón que los blancos consiguieron. Si a eso se añaden las pocas faltas pitadas al Real Madrid y el aceptable acierto anotador en los tiros libres por parte de los blancos, se explica fácilmente la diferencia de quince puntos al sonar la bocina del final del partido.
Llegan los momentos difíciles
Alberto Rubio, entrenador del Covibar Rivas de Liga EBA, declaraba a Rivas Actual al finalizar el encuentro que «ya sabíamos que no íbamos a poder mantenernos fácilmente en los primeros puestos de la tabla durante mucho tiempo. El calendario nos deparó un comienzo de temporada con partidos en general más asequibles, pero ahora viene una racha de partidos en que nos vamos a enfrentar a los rivales más complicados, y habrá que ir partido a partido».
Ciertamente, a Covibar Rivas le esperan partidos difíciles, pero también es cierto que ya ha jugado algunos de ellos, con desigual suerte. Mientras que ha perdido en casa contra Meridiano y Real Madrid, ha ganado en casa a Casvi, y Albacete, dos «gallitos» a priori; y ha hecho lo propio con Estudiantes en la cancha de los colegiales, otro partido complicado. Buena prueba de lo repartida que está la suerte, es que a pesar de la derrota frente al líder, Covibar Rivas no deja el pelotón de cabeza, quedándose en quinto lugar de la tabla empatado a seis victorias y cuatro derrotas con Tenerife (cuarto) y con Estudio (sexto). Las derrotas de Estudiantes en la cancha de Casvi; de Globalcaja Qjuintanar en el pabellón del Estudio; y de Alcobendas en la cancha de Alza Basket Azuqueca (quizás la mayor sorpresa de la jornada), ponen la zona medio-alta de la tabla al rojo vivo.