56 de los 60 puestos que habían pedido estar en la reapertura del mercadillo del Miguel Ríos, han colocado finalmente su tenderete. En cuanto a público, a las 12:30 la Policía Local daba la cifra aproximada de visitantes: alrededor de 700, aunque «seguramente se llegará a las 1.000 personas». Finalmente se han superado las 1.500.
ACTUALIZACIÓN: Finalmente y según datos ofrecidos tras el cierre del mercadillo, la asistentencia total de público ha sido de poco más de 1.500 personas.
Algo más de 700 personas habían pasado a las 12:30 de esta mañana por el mercadillo reabierto en la explanada junto al Miguel Ríos. Agentes de la Policía Local que controlaban tanto la entrada como la salida del recinto han calculado que en la hora y media que faltaba para el cierre del mismo al público, «seguramente se alcanzará el millar de personas». Los agentes estaban provistos de un contador de personas a la entrada y a la salida. «Nos comunicamos por radio y se permite la entrada a tantas personas como han salido», explican. Los comerciantes han colocado 56 de los 60 puestos previstos, estando puntuales a las 7 de la mañana para realizar el montaje de los mismos.
El aforo, en todo caso, se ha ampliado sobre la marcha desde los 240 visitantes previstos en un primer momento, hasta los 280 que finalmente han permitido. «A primera hora de la mañana, entre 9 y 10:30 [el mercadillo abría al público a las 9:00], ha habido mucha gente», asegura un sargento de la Policía Local. «Tanta, que, viendo la anchura del vial central y que con 240 personas no había riesgo de contacto, hemos ampliado hasta 280 para evitar que se formara una cola muy larga a la entrada».
La sensación de amplitud en el recinto es, ciertamente, enorme, con un vial de 12 metros que hace que las colas para esperar a ser atendido en algunos puestos, difícilmente llegaran a la mitad de la vía. A pesar de que el sol da de plano en este recinto, la temperatura y el vientecillo hacían que la sensación fuera muy agradable y l as esperas, menos costosas.
Buena nota para el mercadillo de Rivas
Los comerciantes a los que RIVAS ACTUAL ha preguntado se han mostrado en general satisfechos tanto con lo espacioso del recinto como con la flexibilidad mostrada en la ubicación de la clientela con respecto a los vendedores.
Paqui Romero, gerente y representente de la Asociación de Comerciantes Ambulantes, y Alberto Chamorro, también representante de la misma asociación, han estado toda la mañana en el recinto, interesándose por la marcha del mercadillo.
En opinión de ambos «en general el mercadillo ha funcionado muy bien». Lamentan que, tal como este medio publicó antes de ayer, la Comunidad de Madrid no haya asumido «la responsabilidad de anticiparse a los ayuntamientos y elaborar una normativa única para todos». En el caso de Rivas alaban la prontitud con que el Gobierno local inició sus gestiones, tanta que «la Comunidad ha parecido ir por detrás de este Ayuntamiento y de algún otro, en lugar de por delante».
Sólo tienen algunas sugerencias para la concejalía de Desarrollo Económico: «Vemos que hay puestos que son del mismo titular pero que no le dejan ponerlos juntos, sino como puestos separados, lo que hace que tengan más problemas para tener el personal necesario para atenderlos». En otros casos, en cambio, creen que «la norma de que no pueda haber más de dos vendedores por puesto hace que todo sea mucho más complicado y que trabajadores que tienen algunos dueños de puestos, no puedan trabajar». Por último, hacen un llamamiento a la Concejalía para que «no aplique lo que ha anunciado en el sentido de que cada domingo los puestos cambiarán de lado en el recinto: la clientela se acostumbra a encontrar un puesto en un determinado lugar, y a la semana siguiente está en otro».
A pesar de estas cuestiones, Chamorro asegura que «el mercadillo es un lujo». Y añade: «Sobre todo si lo comparamos con los de otros municipios, éste de Rivas se lleva una nota de 9».