Celebra San Valentín con el Restaurante SOMALLAO de Rivas

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El restaurante SOMALLAO de Rivas y Sercotel Hotel AB Rivas quieren que celebres con ellos esta fecha tan especial disfrutando de su cena especial «San Valentín Romántico» o del paquete «San Valentín al completo» que incluye habitación doble con desayuno.

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El día de San Valentín, también conocido como Día del Amor y la Amistad, es una fecha especial para que los enamorados y amigos se expresen su amor y cariño.

Es una celebración en que los enamorados se hacen regalos … Flores, bombones, se dedican tarjetas y se escriben cartas y mensajes para expresar su amor. Es un día en que la gente sale a cenar o asiste a eventos temáticos, y esta es la propuesta de Sercotel Hotel AB Rivas y el Restaurante SOMALLAO

Cena especial «San Valentín Romántico» que incluye, a parte de una cena especialmente cuidada y con productos selectos, baile, photocall, juegos de amor, varios sorteos y muchas sorpresas y regalos.

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Y si además no te quieres preocupar de volver a casa, puedes elegir el paquete «San Valentín Completo» que incluye todo lo que incluye la oferta«San Valentín Romántico» más la opción de pasar la noche en una habitación doble con desayuno incluido.

ORIGEN DEL DÍA DE SAN VALENTÍN

Existe una historia sobre el Día de los Enamorados que dice que, en tiempos del emperador romano Claudio ll (268-270) estaba prohibido que los soldados del ejército imperial contrajeran matrimonio, se pensaba que los hombres libres de corazón, servirían mejor a Roma. Fue entonces que el sacerdote Valentín, desafiando la orden del César, comenzó a unir en matrimonio, bendiciendo con el ritual cristiano, a los enamorados. A través de estas acciones, la figura de Valentín emergió como «protector» de los enamorados.

Al poco tiempo, el secreto llegó a oídos del emperador, quien, furioso, mandó a encarcelar al sacerdote Valentín. El oficial romano Asterius, su carcelero y padre de la joven Julia, ciega de nacimiento, puso a prueba la fe cristiana de Valentín le pide un milagro para Julia a cambio de su libertad. La leyenda cuenta que el milagro ocurrió: Julia tuvo ojos para ver la vida. Valentín se enamoró de ella y, antes de ser martirizado, le escribió una carta de despedida que terminaba diciendo «de tu Valentín». El santo enamorado (según el relato) fue decapitado el 14 de febrero del año 270 y en su memoria, Julia plantó un almendro de flores rosas que, desde entonces, es el símbolo del amor puro.

Hoy otra versión quizás menos romántica. En la antigua Roma, cada febrero se celebraban las fiestas lupercales, en honor a Luperco, dios de la fertilidad. Algunas fuentes revelan que, en esos días, que para los romanos era un tiempo sagrado, junto con los rituales de fecundidad, se practicaban orgías: hombres y mujeres por igual se entregaban a los placeres sexuales.

Con la introducción del catolicismo, en el año 380, como religión exclusiva del imperio, empezó el camino de las persecuciones inversas y el comienzo del fin de las celebraciones paganas, que eran consideradas pecaminosas y excesivas para los preceptos del cristianismo. Así, la Iglesia necesitaba imperiosamente «cristianizar» las costumbres paganas.

El elegido para reemplazar estos festivales lupercales de febrero, celebrar el amor y el matrimonio fue el sacerdote Valentín, y así la fiesta de San Valentín fue declarada a fines del siglo V por el Papa Gelasio I, según la enciclopedia católica, ese día era el 14 de febrero.

Aunque en 1969 Pablo VI decidió borrar del calendario eclesiástico la celebración de San Valentín por considerarlo uno de los santos de origen legendario, en casi todo el planeta el día más romántico del año se sigue celebrando. Por su parte, hace unos años el Papa Francisco reconcilió a la Iglesia con el 14 de febrero, organizando un acto simbólico con parejas de todo el mundo para reivindicar el matrimonio.