Casvi se impuso rotundamente a Covibar Rivas en Liga EBA

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Covibar Rivas sufrió la decisiva baja de Mariñán y la notable merma de capacidad de Javi Mulas, que jugó con una mano rota. Casvi forzó una excelente defensa durante casi todo el partido y se mostró siempre capaz de anular el ataque ripense.

Eurocolegio Casvi se impuso ayer por 21 puntos (66-45) a Covibar Rivas en el partido de Liga EBA jugado en la cancha de los colegiales, en Villaviciosa de Odón. Los ripenses abordaron el partido con una importante baja, la del ala-pivot Pablo Mariñán, con un codo lesionado, y media baja más, la de Javi Mulas, que jugó con la mano izquierda vendada al haberse roto un dedo de la misma. La baja de Mariñán, en una gran racha anotadora desde el perímetro, ya anunciaba antes del partido las dificultades a las que Covibar Rivas se iba a enfrentar.

Con todo, los primeros minutos fueron de dominio ripense, que llegó a ponerse ocho puntos arriba. Sin embargo, Casvi amarró bien pronto los ajustes defensivos y enjugaron esa diferencia en apenas dos minutos de un juego vertiginoso en que se ayudaron notablemente de su mayor envergadura en el juego interior, gracias a Juan José García (MVP del partido, con 33 de valoración), y de un tiro exterior prolífico, casi monopolizado por el número 16, Rafa Molina. Ambos lideraron claramente el juego, la anotación y el predominio del Eurocolgio Casvi, con 14 y 21 puntos respectivamente, y tres de cuatro triples en el caso del segundo.

Covibar se resintió de sus bajas, que le provocaron una palpable sensación de orfandad en el juego exterior. La defensa asfixiante de Casvi a partir de la mitad del primer cuarto cerró las vías de penetración a canasta que en otras ocasiones Carpio, Ajero o Mulas desarrollan como antídoto para la sequía anotadora desde el perímetro. Ayer no sirvió. Lo intentó con notable valentía Javi Mulas, pero su mano izquierda rota le jugó constantes malas pasadas. A Javi Carpio se le notó algo amilanado ante la actitud defensiva del rival y falló buen número de bandejas que habitualmente suelen significar dos puntos para el casillero de su equipo. David Ajero tampoco pudo esta vez con las constantes ayudas bajo el aro que los colegiales se hicieron para anular una vez tras otra sus intentos anotadores.

En defensa, Covibar hizo su trabajo aceptablemente. No tan bien como en otros partidos, aunque en la bajada de listón probablemente pesó el juego de sus rivales, que colocaban a Molina (un pivot de 2,02) en el eje de su ataque una vez tras otra, sin posibilidades para los ripenses de tapar su tiro exterior, demoledor ayer. No obstante, hay que destacar, una vez más, el trabajo defensivo de Pablo Giménez, que ayer complementó con la mayor aportación en puntos de su eqiupo (15, con dos de cinco triples).

A las bajas mencionadas hay que añadir la lesión de Carlos Cantero en el mismo partido. Un choque en una penetración desde el poste bajo le deparó un fuerte golpe en su rodilla izquierda que le llevó al banquillo. El pronóstico inicial es de esguince leve de menisco, lo que supondría dos semanas de descanso y un proceso posterior de recuperación que probablemente prolongue hasta cerca de un mes el periodo en que el equipo no podrá contar con él.

Alberto Rubio, el entrenador ripense, reconocía al final del partido que los rivales «han sido mejores, no hay que darle más vueltas», si bien creía que «podíamos haber competido más en ataque, no ha sido normal el desacierto que hemos tenido».

El próximo partido del Covibar Rivas en Liga EBA será el sábado 3 de noviembre, a las 19:30, en el Cerro del Telégrafo frente al Alza Basket Azuqueca.

Estadísticas del partido