Bernardo Fuster presentará en Rivas ‘Si mañana no regreso, quémalo todo’, un libro «para entender la lucha antifranquista»

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Cartel anunciador

El escritor fue conocido en las décadas de 1970 y 1980 como Pedro Faura y formó parte de bandas y grupos de teatro legendarios, como Suburbano y Tábano. El libro se sitúa en el Madrid de 1950 y relata la historia de un hombre que, perdida la memoria, se ve envuelto, tras un encuentro casual en la lucha contra la dictadura, mientras trata de reconstruir su vida.

El Ateneo Republicano ha anunciado la presentación, el 9 de febrero a las 19:00 horas (salón de actos de la Casa de Asociaciones del barrio de Covibar), de la novela ‘Si mañana no regreso, quémalo todo’, un libro de Bernardo Fuster que se presenta como destinado a «entender la lucha antifranquista».

Bernardo Fuster tuvo que exiliarse en 1974 por su participación en la lucha antifranquista,
recorrió toda Europa armado con su guitarra y sus canciones de resistencia bajo el nombre
de ‘Pedro Faura’, desde donde siguió su lucha contra la dictadura fascista.

A su vuelta, pasaría a formar parte del histórico grupo de teatro Tábano. En 1980, junto al músico Luis Mendo, fundó la banda de folck-rock Suburbano, con temas tan populares como ‘La Puerta de Alcalá’, ‘Makinavaja’, ‘Arde París’ o la canción que les encargó Berlanga para su última película, ‘París-Tombuctú’, así como bandas sonoras para el cine y sintonías para programas de televisión.

El escritor

Es autor de libros como el ensayo ‘Los hermanos de la costa: piratería libertaria en el Caribe’; la autobiografía ‘El contador de abejas muertas’; y las novelas ‘Si me ves no se lo digas a nadie’ y la que se presenta ahora, ‘Si mañana no regreso, quémalo todo’.

La historia de este último transcurre en el Madrid de principios de los cincuenta. En esta ciudad marcada por la represión, un hombre que ha perdido la memoria y ni siquiera sabe su nombre, dónde está y cómo ha llegado hasta allí, se ve envuelto tras un encuentro casual en la lucha contra la dictadura, mientras trata de reconstruir su vida.  En los años 50, Franco ha perdido a sus «padres políticos»: Hitler y Mussolini. El franquismo, huérfano, se mueve en una soledad en la que domina el hambre, el racionamiento, la miseria, los paredones y el miedo a una sublevación de los sin nada.