El doctor Raúl Alelú-Paz explica en esta respuesta a una nueva consulta en la sección ‘En el Diván’, cómo los comportamientos que podríamos considerar anómalos en nuestras hijas o hijos pueden provenir de una ‘mala digestión’ de los sentimientos que en ellos ha ido produciendo, de manera muchas veces acumulativa, todo el periodo de confinamiento.
En este caso (consultado por Miguel), su hijo, de siete años, tras pasar un periodo de confinamiento aparentemente normal y sin repercusiones, saca a la luz comportamientos que se plasman en enfados, temor, obsesión con el virus, retraimiento ante sus amigos…