Aperitivos Flamencos «In memoriam» de José Luis Galvez

966
En la imagen, María Guerra canta unas alegrías acompañada a las palmas por Ruth García y Laura Reyes, y el maestro Chamero a la guitarra.

“Aperitivos con diamantes para Gálvez”

Crónica de Elvira López Hidalgo

Esta nueva cita dedicada íntegramente al recuerdo del amigo José Luis Gálvez Cabrera, fallecido recientemente.El presidente Luis Peña le recordó y pidió un minuto de silencio.

Paco Torres rememoró la enorme y cariñosa amistad de muchos de la Casa de Andalucía con este hombre buenoy la imprescindible aportación durante años  de sus conocimientos, sobre lo flamenco y lo no flamenco, que generosamente nos regaló con la humildad y la discreción que caracteriza a los sabios.

Gálvez, “Er Garve”, como se le  llamaba cariñosamente en el universo flamenco. Todo el mundo del flamenco, de norte a sur, de este a oeste de la península le conocía. Como la palabra flamencólogo ni le gustaba a él, ni a  buena parte de los aficionaos, le citaremos como a él le gustaba, “como un buen aficionao».

Ingeniero Superior de Telecomunicación en su vida profesional y que por afición, heredada de su padre  -que era de Granada y pariente  del cantaor “Frasquito Yerbagüena”- se convirtió en un estudioso del flamenco que fue mucho más allá del conocimiento de todos los cantes y de todas las variantes de esos cantes, y eso ya es una meta conseguida por muy pocos.

Además, podía  enumerar, sin error, el árbol genealógico de los más importantes cantaores y cantaoras de Jerez y de otras zonas. Y esto en el  mundo flamenco es tarea difícil, porque la  gran cantidad de familias flamencas que han existido desde que tenemos conocimiento de este arte, transmitían a sus descendientes, además del cante, los nombres y apodos así que seguir la pista a cualquier saga flamenca era tarea de difícil de estudio.

Ha dado infinidad de charlas y conferencias sobre distintos temas flamencos y especialmente sobre  las sagas familiares cuyo organigrama familiar  es obra de consulta, además de tener un libro publicado “Algibe jondo” sobre el cantaor Diego Rubichi.

Gálvez nunca dejó de sorprendernos, por sus conocimientos jondos y por otros conocimientos, muchos de ellos inimaginables,  de tal manera que durante varias semanas impartió en la Casa de Andalucía unas charlas ilustradas sobre  “Una idea del Universo” con una asistencia masiva de público.

Se desarrollaron estos “Aperitivos con el recuerdo constante  a él de todos los cantaores y con palabras sinceras de cariño a Eugenia, su compañera de vida y de vivencias flamencas. En la primera parte con la guitarra de José Manuel Chamero, un guitarrista que,siendo tan joven, sorprendeel conocimiento que tiene de los cantes, … este chico se lo ha debido de escuchar todo, porque  claro, no se trata solo de acompañar, por ejemplo por tangos o por soleá, hay que saber qué estilo de esos cantes está haciendo el cantaor para hacerle justa y precisa asistencia al cante.

Paco Torres abrió la brecha flamenca dedicando a su amigo una milonga con escogida y certera letra y con una carga emocional como nunca se la habíamos escuchado. Siguió con malagueña que remató con dos abandolaos.

Maria Guerra que siempre tiene palabras cariñosas para todos y nos pone en situación optimista para escuchar. Salió por tangos, llevando algunos tercios del cante por los aires de Extremadura. Finalizó por alegrías.

SantiagoNavarro salió por bamberas y en el segundo cante hizo un  despliegue de conocimiento, de enorme afición  y facultades por abandolaos empezando por la jabera, el zángano y rondeña.

Juan de Badajoz,  un cantaor que siempre imprime como una especie de “cambio de tercio” en el desarrollo de los “Aperitivos”, en esta ocasión eligió unos campanilleros –recordado que pronto llegarían las navidades-  y finalizó por unos tientos y  tangos de brioso ritmo que siempre acompaña con sus palmas.

Luciano Altamirano, hizo la petenera  y siguió por soleá con gran entrega y sentida ejecución,  cante este último que siempre agradecen los aficionaos y que dicen que es donde se ve la talla del cantaor.

Pepe el malagueño, salió por vidalita y siguió, como otras veces, recordando a su admirado Enrique Morente en el que mezcla el cante con el recitado dedicado al maestro.

Rafael Rodriguez,un cantaor de extrema sensibilidad que pone de manifiesto hasta en la elección de las letras . Por mor de atender a un invitado siento no recordar si su primer cante fueron tangospor que al final creí  escuchar el compás de rumbas. Y finalizó su intervención con fandangos de huelva, acordándose de los de Encinasola y otros estilos.

Mariano el taxista, también estuvo sentido en esta cita que empezó por cantes de levante en los que metió la cartagenera y la minera. Su segundo cante fue por seguiriyas.

Antonio Núñez, este cantaor de voz rajada y flamenca lleva a la soleá de Triana  a su justo sabor y melodía.  En solo 3 versos (aunque en a soleá pueden ser 3 o 4) la soleá nos cuenta una historia bellísima de amor: “tengo en mi casa un jardín/por si vienen contratiempos/tener flores pa´ti, y esta otra: “en enero no hay claveles/ porque los derrite el hielo/en tu cara hay todo el año/porque lo permite el cielo.

Juan de Dios Garcíade nuevo hizo acto de presencia su majestad la soleá en la voz de Juan de Dios, repito que la afición siempre agradece este cante y Juan de Dios estuvo generoso  en tercios y ejecución del cante. Acabó con unas bulerías del gran “Luis de la Pica” dedicándoselas a Gálvez, de todos era sabido la admiración que le tenía José Luis a este bohemio cantaor jerezano.

Cancanilla de Málaga nos acompañó en estos “Aperitivos” y, generoso como siempre, nos regaló una larga  tanda de tercios por tientos en los que fue metiendo en esta melodía infinidad de cantes, habilidad ésta de la que muy pocos cantaores pueden alardear pués además de conocimientos es necesario un dominio absoluto de “cuadrar el cante” y el compás.

El Yeyé de Cádizque también tuvo la generosidad de acompañarnos  tuvo unas palabras muy sentidas y unas letras por fandangos de huelva también muy sentidos y dedicados a Gálvez del que era buen amigo.

Quedó en el ambiente la añoranza de un amigo… Y la certeza de qué  gran estudioso y aficionao ha perdido el flamenco y qué gran amigo he perdido yo.