Antonio Ronco y Juan Antonio Muñoz inauguran los ‘Sábados Flamencos’ con gran afluencia de público

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Antonio Ronco, al cante, y Juan Antonio Muñoz, a la guitarra, saciaron la sed de flamenco en Rivas en el estreno de la temporada de los Sábados Flamencos. (Fotografía: Kike Ayala)

La Casa de Andalucía de Rivas inauguró este pasado fin de semana la temporada de ‘Sábados Flamencos’ con la actuación del cantaor de La Algaba (Sevilla) Antonio Ronco. Le acompañó al toque el guitarrista Juan Antonio Muñoz. Os dejamos la crónica que nos remite, con su habitual generosidad Paco Torres:

Los flamencos Rivas y la Comunidad de Madrid tenían ganas de volver reunirse en torno al cante que les vincula. Se manifiesta en el hecho de que apenas abierta la temporada, el pasado sábado 26 de septiembre, acudieron a la llamada en masa, como los sedientos al reclamo del agua.

Empecemos por decir que su sed de buen flamenco fue más que saciada, pues encontraron sobre el escenario a dos flamencos con categoría, conocimiento y ganas.

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Tuvieron al cante a Antonio Ronco, un cantaor de La Algaba (Sevilla), que conoce el cante de lo oído en la familia, especialmente de su tío Marcelo Sousa, un cantaor de la escuela mairenista que ejecuta el cante con ortodoxia y limpieza. Su sobrino Ronco es un digno vástago de este tronco. Le acompañó Juan Antonio Muñoz, guitarrista de la Casa de Andalucía, que es tenido en los ambientes flamencos por uno de los guitarristas que más fielmente sigue al maestro Melchor de Marchena, del que conserva un eco por el que es muy reclamado para el acompañamiento.

Para empezar, en la primera parte tiraron por rondeñas, a las que siguieron malagueñas, tientos-tangos, una ronda de soleás y una tanda de fandangos. En la segunda parte, abrieron con una petenera y siguieron con alegrías, unas cartegeneras, una seguiriya y una nueva tanda de fandangos, esta vez de Huelva.

Con todos se lucieron, especialmente en la ronda de soleás, en las seguiriyas y en la petenera. Y donde acabaron rindiendo al público fue en la última tanda de fandangos, generosa y briosa, que hizo de la audiencia se levantara de sus asientos.

Una gran noche de flamenco para dar la bienvenida a la nueva temporada.