Resulta chocante que la mayoría de las noticias escritas, noticiarios en TV, etc., presentan a Iñigo Errejón como ‘fundador de Podemos’, ‘ideólogo del 15M’, ‘amigo de Pablo Iglesias’… Algunos recuerdan, y muchos se olvidan, de que hasta ahora era miembro de SUMAR, perteneciente a la dirección de esa formación política que hace coalición de gobierno con el PSOE, y que era su portavoz en el Congreso de los Diputados, nombrado por Yolanda Díaz.
Sin pretender entrar en ningún victimismo, creo que Podemos ya está curado de espanto. Parecería como que lo importante, en todo lo negativo de este personaje, tuviera que ver con su vinculación a Podemos y sus miembros. De nuevo ‘como el Pisuerga pasa por Valladolid’, vamos a machacar un poco más a Podemos…
Pues, desde mi perspectiva, Iñigo Errejón fue uno de los causantes, desde el interior del partido, del declive de Podemos. Digo desde el interior, porque desde el exterior fueron otros muchos, ya de sobra conocidos, y otros cuantos más en los intestinos de la organización.
La crisis en Podemos después de Vistalegre II, el error de Pablo Iglesias nombrándole candidato para la Comunidad de Madrid, la estrategia de los errejonistas para ‘tomar el poder del partido’, el llamado ‘Jaque Pastor’, la salida de Errejón para integrarse en Más Madrid, y por último la creación de Más País, fueron momentos claves que iban debilitando el proyecto original y los subsidiarios de Podemos.
La agrupación Ganemos Madrid y Podemos, acuerdan presentarse juntos a las elecciones de mayo de 2015 en la candidatura Ahora Madrid, consiguiendo la alcaldía para Manuela Carmena. El 13 de mayo de 2016 se constituye la coalición electoral Unidas Podemos. También en este acuerdo hubo muchos errores, entre otros, la escasa participación de la militancia, en uno y otro partido, con lo que mucha gente y muchos votos se perdieron.
Pero es importante destacar que esas elecciones de 2016 se realizaron bajo la presión desde todos los estamentos del estado, los medios de comunicación y otros poderes fácticos, por los casos de fake news, lawfare, manipulación policial, campañas en medios de comunicación y un ejército de periodistas pagados , al servicio de los que no querían que Podemos llegara al gobierno de ninguna manera.
El 15 de noviembre de 2018, para volver a presentarse a las elecciones de 2019, Carmena crea Más Madrid donde se integran una gran parte de sus concejales en el Ayuntamiento de Madrid y también Iñigo Errejón, hasta entonces candidato a la Comunidad de Madrid por Podemos. Más Madrid le presenta como candidato a la CM. Esto, cuatro meses antes de las elecciones Autonómicas, dejando muy debilitado a Podemos.
Animado por los resultados electorales en el Ayuntamiento (a pesar de no haber conseguido la alcaldía para Manuela Carmena) y en la Comunidad de Madrid, con casi 500.000 votos obtenidos, en septiembre de 2019 Iñigo Errejón decide crear Más País para presentarse como candidato a las Elecciones Generales, en las que obtuvo tres diputados contando con el de Compromís.
Paralelamente, Podemos estaba negociando un gobierno de coalición a nivel estatal con el Partido Socialista. Pedro Sánchez prefería pactar con Ciudadanos, pero su líder Albert Rivera ‘le dio plantón’, y Pablo Iglesias, según dijo, ‘le quitaba el sueño’. Ante los resultados de Más Madrid y las buenas expectativas (teóricas) de Más País, a quienes Pedro Sánchez, sin duda, prefería como socios era a Más País antes que a Podemos. Muy probablemente, el candidato a Presidente habría prometido ‘el oro y el moro’ al candidato de Más País. Pero los resultados no ratificaron las previsiones: si Pedro Sánchez quería, a toda costa, ser presidente, para ello (que ya no le ‘quitaba el sueño’) tenía que pactar con Podemos, y así fue. Errejón y sus dos compañeros, quedaron como representación casi testimonial en el Congreso.
De nuevo Pablo Iglesias se equivoca y nombra sucesora a Yolanda Díaz, cuando él dimite como vicepresidente. La gallega, ‘que solo hacía que escuchar’ y SUMAR, ya tenía pensado y pactado con Pedro Sánchez, el camino a seguir y el objetivo a conseguir, que no era otro que acabar con Podemos y hacerse con todo el electorado a la izquierda del PSOE. Para ello
contaba con una pieza fundamental: Iñigo Errejón. Pero tampoco esta jugada les salió bien, la suma de muchos cuadros de Podemos y de otras pocas formaciones políticas regionales, no parece que ayudara a crecer en resultados electorales, ni tampoco en implantación organizativa, más bien parece que restara, a pesar de la dimisión de todos sus cargos orgánicos, de la principal responsable, Yolanda Díaz. Tanto es así, que el nuevo Secretario General del partido más importante de esa suma, Antonio Maillo de Izquierda Unida, está
haciendo llamadas a un nuevo reagrupamiento de la izquierda.
Iñigo Errejón acaba de dimitir de todos sus cargos y anuncia su retirada de la política. Esto, al hilo de las varias publicaciones aportadas por mujeres, presuntamente acosadas o agredidas sexualmente, en un portal en redes patrocinado por la periodista Cristina Fallarás. Errejón publica una extensa carta en la que justifica aludiendo a su status, a su equilibrio y a su estado emocional:
- “El ritmo y el modo de vida en la primera línea política ha desgastado mi salud física, mi salud mental y mi estructura afectiva y emocional”.
- “En la primera línea política se subsiste con una forma de comportarse que se emancipa de la empatía. Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica”.
- “He llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona. Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo más justo…”.” No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana”.
- “Una etapa dura y apasionante. Con aciertos de los que estoy orgulloso y errores que espero contribuir a reparar con esta decisión”.
¿Es que los políticos no pueden ser personas honradas, coherentes y equilibradas? Errejón no solo reconoce su culpabilidad en los hechos de que le acusan, sino que se autodefine como ‘neoliberal’ dirigiendo una organización de izquierdas, no pudiendo “votar” en favor de lo que públicamente defiende. Y me hago otra pregunta: ¿Se ha dado cuenta ahora de que no es un hombre de izquierdas?
No pretendo hacer ‘leña del árbol caído’. Me permito estos comentarios, porque Iñigo Errejón nunca fue ‘santo de mi devoción’.