En esta entrevista, realizada en la misma mañana en que ha sido investida Alcaldesa de Rivas, Aida Castillejo Parrilla responde a las preguntas de Rivas Actual sobre sus objetivos como regidora, pero también sobre la herencia que le ha dejado el ya anterior alcalde, Pedro del Cura. Y no oculta su emoción al hablar de lo que le ha pasado por la cabeza en el momento de recibir el bastón de mando.
Aida Castillejo Parrilla (Rivas Vaciamadrid, 1985) es desde hoy, 6 de julio de 2022, la primera alcaldesa de Rivas Vaciamadrid que ha nacido en el propio municipio. Para ella, según explica en la entrevista realizada por Rivas Actual la misma mañana de su investidura, esto es algo muy significativo.
También lo es el hecho de que, a falta de conocerse quién la sustituirá como portavoz de su grupo municipal (IU-Equo-Más Madrid), es posible que la Corporación ripense sea la única cuyos portavoces de los grupos municipales, a excepción del de Ciudadanos, sean mujeres. Para Castillejo, es producto de que «las mujeres estamos rompiendo el techo de cristal» impuesto por la sociedad. Y eso ocurre no por el hecho de ser mujeres en sí mismo, sino por ser mujeres feministas, viene a decir.
Consciente de que el tiempo que resta de legislatura es corto, desgrana, como lo ha hecho en su discurso tras la toma de posesión, algunos de los objetivos que se ha marcado como fundamentales. En primer lugar, y tras «haber conseguido iniciar el enlace con la M-50», está lograr la construcción del cuarto centro de salud que el municipio necesita de manera tal que, dice, «ya no quedan adjetivos para calificarlo, después de haber insistido en que es necesario, urgente, imprescindible». Y a la par que ello, no se olvida de las infraestructuras educativas, empezando por el impulso al CEIP Mercedes Vera y «sin olvidar la construcción, aún ni siquiera empezada, del IES Margarita Salas, o de un centro de Formación Profesional, que también consideramos vital para la ciudad».
Se emociona notablemente («me vas a hacer llorar», le dice en varios momentos al entrevistador) cuando le preguntamos por la herencia que considera que ha recibido de Pedro del Cura: «le conozco desde que tengo cuatro o cinco años, así que no sólo he aprendido todo el tiempo de él en lo político, sino también en lo personal». Destaca una característica del hasta ahora alcalde de Rivas: «su insistencia en no dar por perdida ninguna batalla».
Y si se emociona al hablar de su predecesor, más aún lo hace cuando le preguntamos qué le ha pasado por la cabeza segundos antes de recibir el bastón de mando de Alcaldesa: «se me ha pasado por la cabeza Pedro del Cura y todo lo que nos ha dejado. También, por supuesto, mis compañeros y compañeras de IU. Y, cómo no, mi familia».
Y resume, quizás, sus sentimientos con una frase lapidaria: «Es justicia poética que las nietas de presos políticos del franquismo puedan ser alcaldesas de la ciudad que las ha visto nacer».