Para los que tomen contacto con este autor a través de esta novela, hay que explicar que es una de las últimas de la serie del personaje Mario Conde, cuyo único parecido con el famoso banquero es el nombre. El protagonista de toda la serie es un ex policía que parece más un filósofo que un investigador.
En el jardín de la casa que habitó Hemingway en Cuba aparecen los restos de un hombre asesinado 40 años atrás, justo en la época en que el escritor abandona la isla. Conde decide colaborar con la policía en la investigación, pero su fin no es encontrar al asesino, si no conocer la verdad del hombre llamado Ernest Miller Hemingway, a quien había admirado en su juventud y después despreciado, con lo que nos encontramos a la vez ante una narración policial y ante un ensayo de antropología literaria. El investigador debe encontrar la pista buena, el Hemingway verdadero, en una confusión tejida por biógrafos, críticos y por el propio escritor.
Con la excusa de esta investigación criminal, Padura lo que hace es una investigación de la doble faceta de Hemingway como hombre y como escritor de éxito, si es que ambas facetas se pueden desligar en modo alguno, haciendo gala de su gran conocimiento sobre este mítico escritor-personaje. En realidad Padura es un hemingwayano, si es que ese término existe y puede aplicarse.
Las obras de Padura contienen una clara crítica a la sociedad del país donde se desarrolla la trama, en este caso Cuba, y que es consustancial con la buena novela negra. No en vano, el propio autor afirma que: “aprendí de Hammett, Chandler, Vázquez Montalbán y Sciascia que es posible una novela policial que tenga una relación real con el ambiente del país, que denuncie o toque realidades concretas y no sólo imaginarias” Esta obra nos ha invitado a debatir sobre Hemingway, y próximamente propondremos la lectura de alguna de sus obras.
Nuestras próximas lecturas serán: ‘Demasiada felicidad’, de Alice Munro (febrero); ‘La ridícula idea de no volver a verte’, de Rosa Montero (marzo). Las reuniones son siempre el segundo viernes de cada mes a partir de las 20 H en la Casa de las Asociaciones y estáis todas y todos invitados a participar en el debate de forma activa o como simples oyentes. Que la lectura os acompañe.