Diez días después de la peor tormenta que se recuerda en Rivas, los trabajos de acondicionamiento de las zonas destrozadas por el vendaval del pasado 27 de julio van tocando a su fin en los accesos a la A3 que más daños sufrieron.
La canalización de aguas en el paso bajo la A3, en la salida hacia el Casco Antiguo, está a punto de terminarse, si bien esta misma mañana varios vehículos y una excavadora del Ministerio de Fomento continuaban los trabajos que llevan realizando casi ininterrumpidamente desde la tormenta. Los trabajos incluyen la colocación de mamparas de contención del talud protegiendo la canalización, la cual quedó cegada por la tierra durante la tormenta, provocando la inundación del paso inferior.
En cuanto a Rivas, la mayor parte de los restos del vendaval, entre los que hay que destacar los árboles arrancados, varios de ellos con más de seis metros de altura, comenzaron a retirarse al día siguiente y las calles estuvieron razonablemente limpias en pocos días.
Otra cuestión es la de los vecinos con entradas de garaje o con locales con puerta de calle, que en muchos casos volvieron a sufrir los efectos de la entrada del agua. La experiencia que supuso para ellos la tormenta de hace dos años, con similares aunque menores efectos, les aleccionó a la hora de colocar rápidamente sacos terreros y otros elementos para contener la riada, pero en la mayoría de los casos no fue suficiente para evitar los desperfectos. Sin duda, tendrán que volver a recorrer el tortuoso e incierto camino de la negociación con las compañías aseguradoras.
